Así es el cartel de Ricardo Suárez que ha entregado el alcalde al papa Francisco
Se trata de una obra perteneciente a una serie realizada para el libro El Pretérito Perfecto, de Ignacio Camacho
En ella conviven el azul y el rosa, dos colores de hondo trasfondo mariano
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La patrona de la ciudad en el corazón de la cristiandad. El alcalde de Sevilla ha entregado este sábado al papa Francisco un cuadro de la Virgen de los Reyes, en el marco de la audiencia privada mantenida entre el Santo Padre y la delegación hispalense para conocer los frutos del II Congreso Internacional de Hermandades.
Se trata de una obra debida a la firma del artista Ricardo Suárez (Sevilla, 1969), y ejecutada con acrílico y óleo sobre algodón prensado enmarcada en los colores marianos para componer la imagen. Se trata de un lienzo perteneciente a una serie confeccionada para el libro Sevilla. El Pretérito Perfecto, de Ignacio Camacho, y que contiene varias ilustraciones. Entre ellas figuran numerosas iconografías de la Virgen de los Reyes, y una de ellas es la que ya posee el Santo Padre. "Es un colofón por ser la patrona de la ciudad y de la diócesis, y de la devoción que le profesa el alcalde a la imagen".
Como apunte, en la obra figuran colores de alto significado mariano. Aprovechando que la Virgen lleva el manto azul, en el fondo aparece una división en la que se alternan precisamente el color azul y el rosa, este último "muy olvidado en la iconografía mariana", señala Suárez. Además, se trata de un guiño a su vinculación con María Auxiliadora, devoción heredada por su padre. "Siempre hemos sido muy devotos de la Virgen, son dos grandes devociones en casa". El cuadro ha sido entregado, precisamente, mientras su autor asistía a una boda en la Capilla Real de la Catedral, delante de la Virgen de los Reyes.
No es el único obsequio que ha recibido el papa Francisco durante esta audiencia. Saiz Meneses le ha regalado un jamón y una caja de yemas de San Leandro, mientras que Antonio Pulido, el presidente de la Fundación Cajasol, ha hecho lo propio con tres libros: el de los conventos de Ismael Yebra y dos de José María Pemán: El divino impaciente y Poesía Nueva de Jesuítas.
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