Contrapunto | Domingo de Ramos

“... Y al dejar Caballerizas los blancos muros rozando...”

  • Un regalo de Rodríguez Buzón selló la relación de esta casa con San Roque l Salen quince nazarenos del Amor y la arquitecto Sánchez-Ibargüen es camarera de Gracia y Esperanza

Mariola Sánchez-Ibargüen y José Luis Candau, en la casa donde siempre hay flores para la Virgen de San Roque.

Mariola Sánchez-Ibargüen y José Luis Candau, en la casa donde siempre hay flores para la Virgen de San Roque. / Víctor Rodríguez

JOSÉ María Candau era muy amigo de Antonio Rodríguez Buzón. Coincidían en las tertulias del Rinconcillo y en las charlas cuaresmales de la tienda que el pregonero de 1956 regentaba en la calle Monardes, arteria de Sagasta, donde vendía desde ferretería a ropa infantil y de señora “y hasta corbatas”, según José Gámez, historiador, que conserva una estampa de la Macarena que le regaló Rodríguez Buzón en la que improvisó una saeta.

La amistad era un grado y Rodríguez Buzón le regaló a su amigo Candau el azulejo que 63 años después sigue en el número 3 de la calle Caballerizas. La perfecta impronta del hombre que murió once días después que Elvis Presley y revolucionó el pregón. Al lado, el Hostal Atenas, Junto al pregón, el rótulo de un estudio de Arquitectura e Ingeniería. La arquitecto se llama Mariola Sánchez-Ibargüen. El ingeniero, José Luis Candau, el sobrino del amigo del pregonero. Su tío fue hermano mayor del Amor. Este Domingo de Ramos se vive intensamente en esta casa, a dos pasos de la Casa de Pilatos. De aquí saldrán quince nazarenos del Amor. Mariola lo hará de nazarena de San Roque, cuya Virgen de Gracia y Esperanza es destinataria de estos versos que sonaron en el teatro San Fernando y vuelven a leer arrobados quienes pasan por esta calle coqueta.

El ingeniero nació en 1952, cuatro años antes del pregón. La arquitecto, en 1958, dos años después. Se casaron en noviembre de 1981, el año que dio el pregón Alfredo Flores. De la casa que había sido del tío de Candau sólo quedaron la escalera, el vestidor... y el azulejo. “San Roque dejó de pasar por Caballerizas porque la casa de enfrente estaba en ruinas”, cuenta Mariola, “el que entonces era hermano mayor nos pidió el azulejo y le dijimos que de ninguna manera”. Le dieron la vuelta a la historia. Le dijeron que la cofradía debería recuperar su itinerario. Así lo hizo “y desde entonces siempre le hemos entregado un ramo de flores y ha habido un saetero”. Hoy se escuchará la voz del Sacri.

La familia del ingeniero era del Amor; la de la arquitecto, de la Quinta Angustia. Pero San Roque se metió en sus entrañas. Ella es camarera de la Virgen y forma parte de la junta de gobierno de la hermandad. Tienen tres hijos.Los varones se llaman Arturo y Leandro. Hermanos de María de Gracia y Esperanza, como la titular de la cofradía. “Es nazarena, pero no saldrá porque está en Lima. Verá la Semana Santa de Ayacucho”.

Bellísimos versos de un pregonero que rompió los cánones. “Un hombre sin carrera universitaria ni apellidos de alcurnia”, según José Gámez. Con un guiño arquitectónico. “Su luz el rostro le dora / dibujándolo en sonrisas / y al dejar Caballerizas / los blancos muros rozando / una voz le va cantando / al son de los guardabrisas”. “Los muros”, dice la arquitecto, “son los del convento de San Leandro, del que yo soy su arquitecta. Ahora estamos haciendo una obra, pero nos hemos quedado sin recursos para una hospedería”. Antes de entrar en Caballerizas, paran los pasos ante las monjas de San Leandro, que también son camareras honorarias de la Virgen.

El ingeniero con el Amor, la arquitecto con San Roque. Un Domingo de Ramos completo. El legado del pregonero que fue rey Melchor en la Cabalgata de 1963. Una historia que tiene por escenario este rincó ursaonense de Sevilla: junto al azulejo con los diez versos del pregón de Rodríguez Buzón, en la esquina, la casa en la que vivió Francisco Rodríguez Marín, también hijo de Osuna como el pregonero, académico de la Lengua y especialista en Cervantes. Su nombre se estiende por toda esta calle perpendicular a Caballerizas, la calle que en el teatro San Fernando rimó con sonrisas y guardabrisas.

Mariola Sánchez-Ibargüen estuvo en el pregón de Charo Padilla.Hoy tendrá ocasión de felicitarla porque va a hacer la primera llamada en la salida de la procesión. San Roque es la hermandad de referencia de los Del Pozo, la familia de Patricia del Pozo, consejera de Cultura y flamante Homo Cofrade.

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