Unos dicen que Juan, otros que Elías o Jeremías

Retahílas

Antonio Puente Mayor, hermano del Cachorro y San Gonzalo, filólogo y guía turístico, ha buscado en las fuentes no cristianas la veracidad de la existencia de Jesús de Nazaret

Antonio Puente, en el Ateneo, con Paco Pérez Estepa, coordinador del ciclo Tradiciones Sevillanas.
Antonio Puente, en el Ateneo, con Paco Pérez Estepa, coordinador del ciclo Tradiciones Sevillanas. / Juan Carlos Muñoz
Francisco Correal

24 de febrero 2024 - 05:04

ESTE viaje es como una prolongación del Camino de Santiago, porque la curiosidad se le despertó a Antonio Puente Mayor (Sevilla, 1978) después de una visita al Museo de Tierra Santa de Santiago de Compostela. El resultado de esa curiosidad es un libro de casi quinientas páginas titulado Jesús de Nazaret (La Esfera de los Libros) con el subtítulo En busca de la verdad.

“¿Existió Jesús de Nazaret?”, pregunta a su auditorio del Ateneo en plena Cuaresma, en el ciclo Tradiciones Sevillana que coordina Paco Pérez Estepa. Una cuestión que alimenta el propio Jesús cuando en el Evangelio de san Mateo, cuando llega a Cesarea de Filipo, pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” El evangelista recoge las respuestas: “Unos que Juan el Bautista; otros que Elías; otros que Jeremías o uno de los profetas”. Simón Pedro, el vecino de Cafarnaun, le dice: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

La portada del libro es “Cristo cargando la cruz”, de Bartolomeo Montagna. Filólogo, novelista, guía turístico (fue una gozada tenerlo en la Ruta de Isabel la Católica), la Cuaresma es un viaje duplicado a Nazaret y a Sevilla, que representa en sus calles el trayecto desde la entrada triunfal en Jerusalén hasta el Calvario y la Resurrección en Santa Marina.

El racionalismo alemán empieza a cuestionar en el siglo XVIII lo que dicen los Evangelios. Puente Mayor acude a muchas disciplinas para buscar certezas o despejar dudas: la Antropología, la Arqueología, la Filología, la Historia. Y viaja a los lugares de los que habla, por lo que en el capítulo de agradecimientos menciona a dos de sus mejores guías, Antonio Távora (59 peregrinaciones a Tierra Santa le contemplan al ex hermano mayor de Santa Marta) y Ossama Mattar.

Hace un recorrido primero por las fuentes no cristianas: Flavio Josefo, un judío que obtuvo la nacionalidad romana; el Talmud de Babilonia; Plinio el Joven, que en su correspondencia con el emperador Trajano ya le habla de Cristo; también lo cita Tácito en sus Anales; y Suetonio, en su obra ‘Los doce Césares’, se refiere a él en el capítulo que le dedica al televisivo Claudio. Fuentes de un atlas amplio: el sirio Luciano de Samósata, el griego Celso, que ofrece un testimonio negativo de Jesucristo. “Nadie se toma la molestia de criticar a alguien que no ha existido”, dice Puente Mayor. No soy un fantasma, como les decía el propio Jesús a sus discípulos sobre las aguas del Tiberiades.

El Corán habla de Jesús y menciona en siete ocasiones a la Virgen María. En cuanto a las fuentes cristianas, la primera es la de Pablo de Tarso. “La Carta a los Tesalonicenses es del año 52, anterior a los primeros Evangelios”. De éstos están los Sinópticos (Marcos, Mateo, Lucas), el más simbólico de Juan y los Evangelios Apócrifos, que no forman parte de los 27 libros de que consta el Nuevo Testamento pero en los que aparecen personajes que ya están en el universo de la Navidad o la Semana Santa de Occidente. “La Verónica, por ejemplo”, dice de una figura esencial en la iconografía del Valle, “no aparece en los Evangelios canónicos”.

Hay fuentes escritas y epigráficas (sobre piedra). Una de las más importantes es la piedra de Pilatos encontrada en Cesarea Marítima. Dice el filólogo que hasta tiempos recientes se desconocía la existencia histórica de Poncio Pilatos, que hoy por hoy es el único nombre propio del Credo, además de personaje fundamental en pasos de la Macarena o de san Benito y en la historia del Vía Crucis que está en el germen de la Semana Santa de Sevilla.

El más antiguo de los Evangelios canónicos es el de Marcos. También el más sucinto. “No hay nacimiento de Jesús, no hay Reyes Magos, no hay huida a Egipto”. Todas esas vivencias sí están en Lucas y Mateo. El de Juan tiene un componente romano, se dirige a judíos y gentiles y tiene una fuerte carga simbólica. Alguien ha dicho que los de Marcos, Lucas y Mateo se leen como novelas (el segundo incluso como película de Pasolini) y el de Juan más como ensayo.

Investiga asimismo las fuentes místicas: santa Brígida de Suecia, co-patrona de Europa; María Jesús de Ágreda, castellana como Teresa de Jesús; o Anna Catalina Emmerick, fuente de inspiración de la película ‘La Pasión’, de Mel Gibson. El autor de Jesús de Nazaret ha cotejado los tres censos (años 28 y 5 antes de Cristo y 16 después) con las cronologías del emperador Augusto, Cirino o Cirenio, gobernador de Siria, y Herodes, rey de Judea.

Para la infancia y juventud de Jesús hay que recurrir “a la imaginación o los Evangelios Apócrifos”. Se estima que hasta los dos años, tras el edicto infanticida de Herodes, debió vivir en Egipto. Existe una ruta de monasterios donde debió cobijarse la Sagrada Familia. El 7 de octubre de 2023 se cumplieron los peores presagios. Los telediarios vuelven a hablar sin citarlas de Judea, Galilea y Samaría. De la sinagoga de Cafarnaun “porque antes que sanador, taumaturgo, hacedor de milagros o exorcista, Jesús fue rabino”.

Ha vuelto en los planos a una Tierra Santa que ahora es como una Ciudad Prohibida. A la Casa de Caifás y al palacio de Herodes; a los siete demonios que Jesús le sacó a María Magdalena, la de Magdala. Un sevillano de la Itálica famosa, Adriano, destruyó Jerusalén; un turco, Solimán el Magnífico, la reconstruyó.

Antonio Puente Mayor tiene siete libros sobre la Semana Santa y nació con un libro bajo el brazo. “Nací en 1978, soy uno de los niños a los que el Gobierno les regaló un ejemplar de la Constitución, promulgada ese mismo año”. 45 años después, también le han salido sus apócrifos a la Carta Magna. Por familia, Antonio es hermano del Cachorro, “sigo saliendo todos los años con mi padre, mi hermano, mi hija y mis sobrinas”. Por barrio y colegio, de San Gonzalo. “Aquí dejé de salir cuando en 2015 empecé a retransmitir las cofradías para la Cope”.

El autor de Jesús de Nazaret fue finalista en 2012 del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con Nazarenos de caramelo, el libro más vendido en la Cuaresma de 2011. Es el creador de la saga infantil La Pandilla Morada, una pandilla de niños con un perro, Zaqueo, con historias relacionadas con los cuatro puntos cardinales del mapa cofrade: Esperanzas Macarena y de Triana, Gran Poder y Cachorro. “Tiene más relación con Los Cinco de Enid Blyton que con Los Futbolísimos”.

Con Almuzara publicó Cofrades de Leyenda (Cien personajes históricos de la Semana Santa de Sevilla). Se ha reeditado uno de sus retos más originales: Cuarenta cuentos de Semana Santa para cuarenta noches de Cuaresma. Como si hubiera cristianizado el mundo oriental de Scherezade y Harum-al-Raschid, las 1001 noches las traslada a cuarenta, del Miércoles de Ceniza al Domingo de Ramos. El año pasado fue pregonero de la Semana Santa de Triana (este año lo será Cristóbal Cervantes). Trianero del Cachorro, de san Gonzalo (túnica aparcada por la radio), la Triana donde nació y de la que se fue a La Algaba cuando contrajo matrimonio.

¿Existió Jesús de Nazaret? La respuesta en la próxima Semana Santa.

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