“Hemos traído a Roma la belleza de nuestra tierra, el arte de nuestras devociones, el alma de nuestro pueblo”

José Ángel Saiz Meneses

El arzobispo de Sevilla celebra la eucaristía en la cátedra de San Pedro del Vaticano

Crónicas de Roma: "¡Cómo os hacéis notar los del Cachorro!"

Eucaristía en la Catedra de San Pedro.
Eucaristía en la Catedra de San Pedro. / D. S.

En el marco del Jubileo de la Esperanza que vive toda la Iglesia universal, y particularmente en el Jubileo de las Cofradías, la peregrinación diocesana de Sevilla ha celebrado este jueves la eucaristía en la Basílica de San Pedro. La misa ha sido presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, y concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Teodoro León, monseñor Ramón Valdivia, así como por un numeroso grupo de sacerdotes.

Los peregrinos sevillanos están participando activamente en el amplio programa organizado por la delegación de Peregrinaciones. Como signo de devoción y evangelización, han traído consigo una de las imágenes más veneradas y queridas de Sevilla: el Santísimo Cristo de la Expiración, conocido popularmente como el Cachorro. La talla está expuesta a la veneración de los fieles desde el pasado miércoles en la Capilla San Pío X.

Durante su homilía, monseñor Saiz Meneses ha destacado la importancia de este momento de gracia, belleza y testimonio. "Roma verá pasar por sus calles y plazas no solo tallas sublimes, sino también a un pueblo que camina con el corazón abierto al misterio pascual del Señor", ha expresado. Además, ha señalado que los peregrinos han traído a Roma "la belleza de nuestra tierra, el arte de nuestras devociones, el alma de nuestro pueblo", pero sobre todo "una fe viva, un amor a Jesucristo que se hace carne en la adoración, en la penitencia, en la caridad".

Una oportunidad para la conversión y el encuentro con Cristo

Eucaristía en la Catedra de San Pedro.
Eucaristía en la Catedra de San Pedro. / D. S.

El arzobispo de Sevilla ha enfatizado que no hay conversión verdadera sin volver a mirar a Cristo crucificado, que nos amó hasta el extremo. "Ahí está el corazón de este jubileo. Ahí está el núcleo de nuestra fe. No somos una Iglesia de ideas, ni de ritos vacíos, ni de tradiciones sin alma. Somos una Iglesia de testigos, de hombres y mujeres transformados por el encuentro con Jesús", ha afirmado.

Monseñor Saiz Meneses ha exhortado a la delegación sevillana a dejar que lo esencial de esta gracia jubilar transforme sus vidas, los impulse a vivir con más coherencia su fe, los haga más misioneros, más fraternales y más santos. Al término de la eucaristía, los obispos de Sevilla han venerado la imagen del Cachorro y de María Santísima de la Esperanza de Málaga, junto a Manuel Alés, delegado del distrito de Triana y responsable municipal de Fiestas Mayores.

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