La Hermandad de los Estudiantes ostenta la cesión en depósito del Cristo de la Buena Muerte mientras exista la corporación y radique en la Universidad. Así lo recoge una orden ministerial, de 19 de mayo de 1943, firmada por el ministro Ibáñez Martín, que sigue vigente al no ser derogada opor otra norma de igual o superior rango. El ex hermano mayor de la cofradía universitaria, Antonio Gutiérrez de la Peña, aporta este documento de gran importancia y trascendencia en el libro La Hermandad de los Estudiantes, noventa años de historia, que se encuentra desde hace unos días en las librerías y que se presenta esta tarde en el Paraninfo. Esta orden, que no figuraba en el archivo de la hermandad, pondría en entredicho, por no decir que anularía, el protocolo firmado entre la hermandad y la Universidad de Sevilla en 1999 para cesión, tan sólo de uso, de la imagen de Juan de Mesa por cinco años prorrogables.

La Hermandad de los Estudiantes se funda en el año 1924 por parte de un nutrido grupo de alumnos y profesores de la Universidad de Sevilla para dar culto al Cristo de la Buena Muerte, que permanecía en la iglesia de la Anunciación, que fue casa profesa de la Compañía de Jesús, y entonces era la capilla de la universidad. La corporación desde su fundación intentó en varias ocasiones la cesión en propiedad de la talla, que pertenecía a la Universidad. Gracias a Luis Ortiz Muñoz, como recoge Gutiérrez de la Peña, se consigue en mayo de 1943 la cesión en depósito mediante una orden ministerial que se publica el 28 de junio de ese año en el el Boletín del Ministerio de Educación Nacional.

En la orden se ensalza la labor de conservación y custodia que la cofradía ha hecho del Crucificado, por lo que "se cede en concepto de depósito para su culto y conservación". Este "derecho de depósito", subsistirá "mientras la hermandad exista, conserve su actual espíritu y observe las reglas que para su funcionamiento han dictado o pudieran dictar las autoridades eclesiásticas y mientras radique en la Universidad de Sevilla y en la iglesia de ésta".

Esta orden ministerial, que en la hermandad conocían por tradición oral, vendría a anular un protocolo firmado en 1999 con el rector, atendiendo a un acuerdo del equipo de gobierno de la Universidad, fechado el 29 de mayo de 1998 y basado en el artículo 87.11 de los estatutos, para la cesión en uso del Cristo por cinco años prorrogables si no es denunciada por ninguna de las partes. Gutiérrez de la Peña explica que la cesión "lo es a los únicos efectos de que dicha imagen reciba culto y veneración y procesione; la Universidad se reserva el derecho a exhibir la imagen siempre que no coincida con los cultos de reglas. La hermandad deberá reconocer la propiedad de la imagen a la Universidad de Sevilla, así como responsabilizarse de la custodia, mantenimiento y conservación, asumiendo los gastos necesarios". Son unas condiciones mucho más gravosas que las de la orden ministerial.

Este protocolo inter partes, no podría en absoluto contradecir el contenido de una disposición miniesterial, por lo que Gutiérrez de la Peña concluye que la orden de 1943 permanece en vigor, "teniendo por tanto la hermandad concedida la cesión en depósito de la imagen con los únicos condicionamientos que se disponen en ella".