Asenjo insta a no jugarse la vida en la carretera en verano

El prelado hispalense asegura que en la conducción afloran muchas veces los comportamientos más agresivos · Recomienda rezar el rosario durante el viaje

Monseñor Asenjo en el Palacio Arzobispal en una imagen reciente.
Monseñor Asenjo en el Palacio Arzobispal en una imagen reciente.
Diego J. Geniz

10 de julio 2010 - 05:03

Humanizar las carreteras. Se trata del mensaje que el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, ha transmitido en la carta pastoral que publicó ayer ante el inicio de las vacaciones estivales. El prelado hispalense hace un llamamiento a los conductores para que extremen la prudencia en los viajes y respeten el "don sagrado de la vida" con el cumplimiento estricto de las normas de tráfico. Entre sus recomendaciones se encuentra encomendarse a la Virgen con el rezo del rosario durante el viaje, una práctica que debe hacerse en familia.

A las recomendaciones que la Dirección General de Tráfico hace cada año cuando llegan estas fechas se ha unido también la Iglesia con una llamada de atención a los cristianos para que la prudencia rija sus comportamientos en la carretera. Las muertes que se producen cada verano en los desplazamientos suponen, según las palabras de monseñor Asenjo, "un gran desafío para la sociedad y para la Iglesia, maestra en humanidad". El arzobispo de Sevilla incide en que "a pesar de las campañas de las autoridades, del endurecimiento de las sanciones y de la introducción del carné por puntos, las cifras de accidentes, víctimas mortales y heridos siguen siendo muy altas". De ahí que pida a los sevillanos una reflexión sobre "esta plaga de nuestro tiempo, que con la colaboración de todos [...] hemos de tratar de aminorar".

Para monseñor Asenjo "en la carretera afloran con demasiada frecuencia los instintos y comportamientos más primitivos: la prepotencia, la soberbia, la mala educación, el afán de ostentación...", lo que se traduce en una actuación "al margen de las normas éticas más elementales y que, sin confesarlo abiertamente, desprecian el don de la vida". Este riesgo, en palabras del prelado, "no es sólo una ofensa a las posibles víctimas, sino también a Dios, autor de la vida". En su carta, monseñor incluye un decálogo de consejos para evitar la tragedia en las carreteras, entre los que incluye "que el automóvil no sea expresión de poder y dominio, ni ocasión de pecado".

Una de las recomendaciones con las que concluye su misiva es el rezo del rosario durante el viaje. "Qué bueno sería que rezáramos el Santo Rosario, como hacen muchas familias cristianas, para sentir la presencia de la Virgen y encomendarse a su protección. Es una forma magnífica de humanizar e impregnar de espíritu cristiano nuestro viajes", refiere el arzobispo.

Esta recomendación espiritual también ha sido lanzada por el responsable de Pastoral de Migraciones y Carreteras de Madrid, Juan Ribera, quien ha asegurado que este rezo debe hacerse "siempre que tenga un sentido práctico y cuando los viajeros también lo consideren conveniente". Para Ribera esta oración debe realizarse si hay gente de otras confesiones que estén de acuerdo.

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