El Consistorio anula el acto de la Hispanidad tras 45 años de historia

Según fuentes municipales, la Policía Local tiene datos sobre posibles altercados entre grupos radicales de derecha e izquierda que pondrían "en peligro" a los ediles

Imagen del acto celebrado en 2001 con las autoridades civiles y eclesiásticas presentes en la Catedral.
Imagen del acto celebrado en 2001 con las autoridades civiles y eclesiásticas presentes en la Catedral.
Luis Sánchez-Moliní

11 de octubre 2008 - 05:03

Tras casi medio siglo de historia ininterrumpida, el Ayuntamiento de Sevilla ha decidido suspender este año su tradicional acto en la Catedral en conmemoración del descubrimiento de América. El Consistorio acaba así con 45 años de existencia del único acto municipal para celebrar una fecha de indudable importancia para la historia de la ciudad.

En una circular remitida a todos los ediles por el servicio de protocolo del Consistorio sevillano se avisa de que, este año, "por motivos de seguridad" se ha suspendido el acto religioso por el Día de la Hispanidad, que consistía, fundamentalmente, en un Te Deum en la capilla de la Virgen de la Antigua y una ofrenda floral ante el sepulcro del descubridor de América, Cristóbal Colón.

Según fuentes municipales, la Policía Local tiene informaciones de que tanto grupos de extrema derecha como de extrema izquierda "estaban programando actos a favor y en contra del Día de la Hispanidad" en el entorno de la Catedral, que podrían derivar en altercados violentos que pusiesen "en peligro" la integridad física de los ediles.

Lo cierto es que no hay antecedentes en Sevilla de conflictos el 12 de Octubre. Aunque el año pasado se celebró, junto a la Catedral donde se desarrollaba la ceremonia municipal, un acto de "exaltación" a la bandera española (a la que, según fuentes de la Policía Local, acudieron unas 800 personas), éste se desarrolló en la más absoluta normalidad, sin que se registrasen altercados violentos. Las organizaciones Foro Sevilla Nuestra y España y Libertad se limitaron a leer un manifiesto con una denuncia: "Estamos en una situación en la que España se va al garete".

Según las informaciones de la Policía Local, este año, la situación sería más complicada, al haberse detectado que grupos de extrema izquierda están programando una contramanifestación para impedir que se repita este acto de exaltación de la bandera.

"Es un tema muy delicado y el Arzobispado lo ha entendido perfectamente. Sin embargo, el PP ya está intentando sacar rédito político de la situación, aunque la medida se haya tomado para protegerlos a ellos también", afirmaron estas fuentes.

Por su parte, el PP, que tenía previsto mandar una delegación de ocho personas a la ceremonia, afirma no comprender la medida. "No se puede suspender un acto con esta tradición por unas informaciones que, ni siquiera, se han tratado en la Junta Local de Seguridad", se asegura desde el partido de la oposición. "Si la situación es tan grave como se dice, el alcalde debería haber llamado al portavoz del Grupo [Juan Ignacio Zoido] y explicarle personalmente sus temores". Por contra, lo único que han recibido los concejales del PP es una escueta carta del servicio de protocolo en la que se anunciaba la suspensión del acto. "Están intentando aprovechar lo del acto del año pasado para suspender la ceremonia, pero todo el mundo sabe que no hubo ningún problema y que, ni siquiera, se recoge en el Libro de Incidencias de la Catedral".

El portavoz popular insiste en que, "si existiese un problema grave de seguridad ya habríamos recibido un aviso de la Delegación del Gobierno, como ha ocurrido otras veces. Ni siquiera nuestros guardaespaldas saben nada".

Los socios del PSOE en el gobierno municipal, Izquierda Unida, son los que menos afectados se ven por el problema. "Nosotros no acudimos a actos en los que se mezcla lo público con la religión. Personalmente no sabía ni que existía esta ceremonia", dice una fuente del partido. Este desconocimiento lo compartía ayer la delegada de Fiestas Mayores, Rosa Mar Prieto, que no tenía noticias de la celebración del acto ni de su suspensión.

Por su parte, la Iglesia no quiso ayer comentar la supresión del acto. El vicario general, Francisco Ortiz, se limitó a decir que "éste es un acto que convoca y al que invita el Ayuntamiento y, por lo tanto, no tenemos nada que opinar".

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