"Estamos llegando con el agua al cuello, pero mañana todos los colegios iniciarán el curso". Con estas palabras el delegado de Educación, Jaime Mougan, definía el estado en el que se encuentran los centros educativos públicos de Sevilla a pocas horas de que abrieran las aulas. La gran avalancha de obras acometidas este verano en las escuelas aún no han concluido y todo hace prever que se prolonguen los próximos meses, aunque la Administración insiste en que estos trabajos sólo afectan a zonas exteriores.

"Sabemos las molestias que las obras provocan, pero la seguridad está garantizada para todos los niños", insistió Jaime Mougán, quien recordó que hay 45 centros educativos afectados por estas mejoras. Sin embargo, el mensaje de tranquilidad lanzado por la Junta y el Ayuntamiento los últimos días no termina de calar entre los padres de los alumnos, que desconfían de la "seguridad total" en la convivencia entre clases y obras. De hecho, la AMPA del colegio Joaquín Benjumea Burín, en Parque Alcosa, ya ha anunciado que la mayoría de las familias no llevarán a sus hijos hoy al colegio en el primer día de clase. El motivo es el estado en el que se encuentra el edificio, en concreto la planta baja, que según la presidenta de la AMPA, Luisa Rosado, "está inhabitable, con aulas sin pintar, por lo que los niños no pueden acceder al colegio". Mougan, por su parte, aseguró ayer que " los niños de este centro podrán empezar con toda seguridad sus clases hoy". Una afirmación "muy discutible" para los padres.

Otro de los colegios que, según CCOO, no se encuentra en condiciones para impartir clases es el Andalucía, donde presumiblemente el curso se retrasará hasta el próximo lunes. Para el secretario de Educación Pública de este sindicato en Sevilla, Miguel Albéndiz, el 25% de los colegios de la capital presentan "alguna deficiencia", un porcentaje con el que también coincide ANPE.

Este sindicato denunció ayer que, además de las obras, el 22% de los centros educativos de la provincia no tienen cubierta totalmente la plantilla, una carencia que se agrava en muchos casos (en más del 30% de los colegios de la provincia) al cubrirse las vacantes con maestros que aprobaron las recientes oposiciones, pero que que no están especializados para el trabajo que se requiere, lo que influye notablemente en la calidad de la enseñanza. Para ANPE, la Junta tendría que haber "solucionado estos problemas", antes de adelantar el curso.

Por lo que respecta a los fraudes, el delegado de Educación se negó a dar una cifra concreta de los datos falsos detectados en la escolarización. Sólo se limitó a repetir que la política emprendida contra el fraude escolar es "la misma" que años anteriores, en respuesta a la retirada masiva de plazas a última hora de colegios concertados por errores de forma en la solicitud.

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