Foro en la 'Caseta' de la Provincia

EN el día internacional de la Democracia, como recordó su secretario general, Juan Bautista Ginés, la UGT de Sevilla decidió no contar con representantes del PP y de Ciudadanos en las jornadas que ayer celebró en la Casa de la Provincia sobre la ampliación de la Feria. Un tic de caseta privada con vigilante particular. "No los hemos invitado", dice Diego García Cebrián.

En la mesa, dos ponentes. Luis Palma Martos, director del grupo de investigación Análisis Económico y Economía Política, nació en 1958, cuando la Feria estaba en el Prado. Luis Duarte Palomo, coordinador de Contingencias y Eventos del Ayuntamiento, nació en 1979, con la Feria ya en Los Remedios. Juan Espadas sueña con ser el nuevo Juan Fernández. Si aquel alcalde amplió el espacio de la Feria cambiando su recinto tradicional, su tocayo posmoderno pretende ampliar el tiempo. "2017 es un año ideal para hacerlo, porque el 1 de mayo cae en lunes", apunta Luis Duarte.

Ya huele a Feria en la Casa de la Provincia, ayer convertida en caseta. Con la batuta de María Iglesias, secretaria de Comunicación e Imagen del sindicato, se proyectó un vídeo con imágenes antiguas y la voz de Garrido Bustamente, periodista y pregonero de la Semana Santa, que glosaba los encantos de la fiesta que giraba en torno a la Pasarela, "la torre Eiffel de la Alegría", elemento arquitectónico que desapareció físicamente, no del imaginario.

2009 fue un año estupendo para las fiestas primaverales. No llovió ni en Semana Santa ni en Feria. Fue la época elegida por el profesor Luis Palma para realizar un trabajo de estudios de participación y de impacto económico de dichas fiestas. Sus resultados se presentaron en la sala Laredo en 2010, siendo delegada Rosamar Prieto-Castro. "Un euro que se inyecta en la Feria genera 2,46 euros de actividad económica", dice el economista, "1,51 se quedan en la región, no hay datos locales, y 0,95 se van fuera".

La Feria de Sevilla, con datos recordados por Luis Duarte, es una ciudad soñada de 526 casetas familiares, 505 de entidades públicas y privadas, seis de distritos municipales, tres municipales -incluida la Caseta Municipal- y once módulos de servicios. En 2016 no se quedó una sola caseta sin renovar, con lo que siguen en la lista de espera las más de 3.500 solicitudes.

Los efectos directos del gasto nos dicen que la Feria es cinco veces más costosa que la Semana Santa; que ambas, en el año de la encuesta, recibieron casi medio millón de visitas diarias. Lo bueno de oír a los expertos es que abren los ojos y cierran las bocas. El profesor Palma, economista y feriante, opina que la ampliación de la Feria concierne más al que viene de fuera que al sevillano, "que más o menos responde a mi perfil: unos días está en la Feria, otros deja de estar". En ese sentido, la votación afectaría más a los foráneos. ¿Un referéndum internacional con observadores?

Elecciones vascas, gallegas y referéndum de la Feria. En el caso de ganar el sí, como en el 28-F pero con una pregunta más sencilla, la Feria empezaría a las cero horas del domingo 30 de abril y acabaría a las cero horas del sábado 6 de mayo. El lunes del pescaíto pasaría al viernes. "No es un tema baladí", dice Juan Carlos Cabrera, delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, "afecta al empleo, al comercio, al turismo". También, comentaron los representantes sindicales, a la calidad del empleo. Amén de la repercusión en los transportes públicos -la última Feria 1,2 millones de viajeros usaron las líneas de Tussam- y hasta el calendario escolar. En el caso de que ganara el no, no se podría buscar un festivo en la Feria de Abril a partir de la fecha-comodín del día de San Fernando, el rey de quita y pon de los calendarios desmadejado de su jeroglífico.

Después de los expertos hablaron los portavoces municipales, con las consabidas ausencias. Intervinieron Adela Castaño, delegada de Participación Ciudadana; Susana Serrano, portavoz de Participa Sevilla, y Daniel González Rojas, coordinador de Izquierda Unida, con sede en la caseta de La Pecera. También lo hicieron Francisco Velasco, en representación de las asociaciones vecinales, y Jordi Castilla, vicepresidente de Facua.

Los expertos, los políticos y finalmente los profesionales, con las diferentes aristas de una Feria que es, en palabras de María Iglesias, "un conglomerado de situaciones". "Somos partidarios de ampliar la Feria siempre que no se desnaturalice", dice Santiago Padilla, gerente de la Asociación de Hoteles de Sevilla, "no nos podemos cargar la gallina de los huevos de oro". Los viernes y sábados de preferia ya hay mucha gente que queda en el real; "se trata de hacer oficial lo que ya es oficioso", opina Padilla. "Elevar a la categoría de normal lo que es normal a nivel de calle". La frase era de Adolfo Suárez, que sucedió en el callejero a Carrero Blanco en la avenida que empieza justamente en la portada.

Al margen de los resultados, el director de Contingencias y Eventos dijo que las licencias de casetas y de carruajes ya se podrán obtener a través del smarphone y no en la forma presencial con que se hacía hasta ahora. Pese a las líneas rojas, es loable la iniciativa de UGT, con caseta cerca de la entrada al real. Flotan dos dudas: ¿Soportará el bolsillo del ciudadano el incremento del coste derivado de la ampliación?, ¿se modificará el modelo de Feria? Lo inmaterial, que dice el economista en ese hallazgo conceptual del inmaterialismo histórico. ¿Habrá presidente?