Francisco Guerrero se convierte en el nuevo decano de los jueces
El juez vence tras dos intentos anteriores y se impone a los otros tres candidatos · Reclama más juzgados y "racionalizar" el espacio actual de las sedes judiciales
Francisco José Guerrero Suárez (Sanlúcar la Mayor, 1959) es desde ayer el nuevo decano de los jueces de Sevilla para los próximos cuatro años, en sustitución de Federico Jiménez Ballester. El magistrado, hasta ahora titular del juzgado de lo Penal número 3, ha logrado imponerse a los otros tres candidatos en las elecciones celebradas ayer con un alto índice de participación, dado que votaron 90 de los 98 jueces de los órganos unipersonales que podían elegir al nuevo decano. Guerrero fue elegido nuevo decano en una segunda vuelta de las elecciones al lograr 41 votos frente a los 31 que obtuvo el juez Francisco de Asís Molina -que investigó el caso del asesinato de Marta del Castillo-, los 10 de Mercedes Fernández Ordóñez, y los 7 de Celia Belhadj-Ben Gómez.
En su primera intervención tras alcanzar el decanato, Francisco Guerrero reclamó ayer la creación de nuevos juzgados y apostó por "utilizar y racionalizar" las actuales sedes judiciales de la capital, una vez que la Consejería de Justicia ha descartado el proyecto de Ciudad de la Justicia por la crisis. El nuevo decano, que no pertenece a ninguna asociación profesional, explicó que los jueces de Sevilla están "sobrecargados" de trabajo y en una situación que calificó de "agobiante", por lo que exigió la ampliación de la actual planta judicial, sobre todo en lo que se refiere a la creación de órganos de Primera Instancia, de lo Social, de lo Contencioso-Administrativo y de lo Penal.
Sobre las declaraciones del nuevo consejero de Justicia, Emilio de LLera, que esta semana dijo que la realización del proyecto de Ciudad de la Justicia entra "en el campo de la ciencia ficción", Francisco José Guerrero dijo que en materia de edificios debe mejorarse el uso de los inmuebles que hay actualmente porque, a su juicio, "hay espacios todavía por ocupar y con una mínima inversión, con un 'no gasto', se puede ampliar la planta judicial".
El nuevo decano también apostó por la puesta en marcha de una vez del servicio común de ejecutorias penales, un proyecto que la Consejería de Justicia tiene paralizado desde hace años y que, según recordó, es una "petición expresa" de la junta de jueces de lo Penal que "con imaginación y aplicando la normativa" podría crearse.
Francisco Guerrero destacó que con las ejecutorias -cuyo deficiente control estuvo en la base de los errores judiciales del caso Mari Luz- los jueces están siempre alerta. "Estamos en permanente tensión y en actitud vigilante sobre un número muy importante de ejecutorias que se agolpan y que exceden de un trabajo racional, pero no podemos abarcarlas todas, por lo que se hace un repaso cuando toca o cuando la necesidad apremia", aseveró Guerrero, que insistió en que "es humanamente comprensible que no podamos estar al pie del cañón en todas y cada una de ellas".
El nuevo decano explicó igualmente que en estos momentos la demora media de un juzgado de lo Penal en señalar un juicio desde que la causa llega al órgano se sitúa en un año o año y medio, mientras que hace poco tiempo los juicios se señalaban en el plazo de los dos meses siguientes al día en que se recibía el asunto. Entre los objetivos que se ha marcado Guerrero también se encuentran el mantener un "trato cercano" con sus compañeros y solucionar los problemas que surgen a diario.
Francisco Guerrero abandonó ayer los juzgados del edificio Viapol acompañado por la secretaria de su juzgado y la juez Mercedes Alaya, la instructora de la causa de los ERE fraudulentos, que fue el último de sus compañeros en salir de la sede judicial tras la celebración de las elecciones.
También te puede interesar
Lo último
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de Rota
Contenido ofrecido por Nervión Plaza
Contenido ofrecido por Restalia