El Gobierno niega que hubiera peligro en el acto de la Catedral

Poco más de 50 personas, la mayoría jóvenes, se concentraron en la Plaza Virgen de los Reyes, sin que en ningún momento se produjera tensión alguna

Varios asistentes a la concentración, la mayoría muy jóvenes, se hacen una foto ante la Catedral.
Varios asistentes a la concentración, la mayoría muy jóvenes, se hacen una foto ante la Catedral.
J. Muñoz / T. Perdiguero

13 de octubre 2008 - 05:03

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, aseguró ayer que la seguridad en el acto municipal de la Hispanidad en la Catedral -que el gobierno local decidió anular para evitar altercados- estaba plenamente garantizada. López Garzón, que presidió los actos de la Festividad de la Patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, en el acuartelamiento de Montequinto, señaló que desconoce los motivos que llevaron al Ayuntamiento a suspender el acto, aunque insistió en que "la seguridad está garantizada al Ayuntamiento y a cualquier ciudadano que la requiera".

"Me imagino que el Ayuntamiento habrá hecho una valoración que yo no tengo, que la Delegación del Gobierno y la Subdelegación no tienen, pero ellos son los responsables y son los que tienen el derecho a celebrar o suspender el acto", concluyó.

El transcurso del acto convocado por el Foro Sevilla Nuestra así lo terminó corroborando. Poco más de medio centenar de personas, la mayoría chavales muy jóvenes, respondieron en una mañana desapacible. Nada que ver con el año pasado cuando, en mitad de los debates estatutarios y los mensajes sobre la posible ruptura de España, se congregaron 800 personas.

En la Plaza Virgen de los Reyes sólo había dos patrulleros de la Policía Nacional. Más tarde, llegó otro de la Local. Los agentes tuvieron más trabajo con las preguntas de turistas mapa en mano -éstos sí, por centenares- que por la tensión de la concentración derechista. Ni rastro de los radicales de izquierda a los que aludió el Ayuntamiento para escudarse en posibles altercados y anular un acto -un Te Deum ante la capilla de la Virgen de la Antigua y una ofrenda floral ante la tumba de Cristóbal Colón- que venía realizándose desde hace 45 años.

La corona del Ayuntamiento estaba ante los restos del almirante cuando varios representantes del Foro -que cuenta entre sus miembros señeros con Rafael Padura, el hijo del empresario sevillano asesinado en su día por los Grapo- depositaron sus flores. Otros años no pudieron. Fuera, sus compañeros iban vendiendo banderas y camisetas, a 15 y 10 euros respectivamente, y lazos y pegatinas con los colores de la enseña a voluntad, al reclamo de un altavoz con canciones que ensalzaban España con estruendo de guitarras eléctricas.

"Somos una asociación cívica, no hay ni ha existido peligro, ni foros en los que se haya hablado de que se iba a increpar a nadie. Es absurdo que se haya suspendido el acto. Vamos a instar a Juan Ignacio Zoido (portavoz del PP en el Ayuntamiento) a que pregunte por qué se ha hecho en el Pleno", insistía el portavoz del Foro, Ángel Bordás, respondiendo a la atención mediática que, probablemente, no habrían tenido si el gobierno local no hubiera puesto en ellos el foco. A lo sumo, una foto complementando la crónica del Día de la Hispanidad en Sevilla. Pasadas las 12:30 comenzaron las alocuciones, en las que se recordó a los tres últimos asesinados por ETA, a Daóiz y Velarde -héroes del 2 de mayo, cuando se cumplen 200 años de la invasión francesa-; y el rechazo del foro al Estatuto Andaluz, "la única realidad nacional del Sur es España". El de ayer era también un "acto de solidaridad" con los que no pueden celebrar el día "de la Hispanidad y de la Raza", como los que viven en Cataluña, País Vasco, Navarra o Galicia. "Este año, por el radicalismo del Ayuntamiento, se ha sumado Sevilla", dijo el maestro de ceremonias. Padura tomó la palabra para subrayar el "orgullo de ser español" y reclamar al Estado que no "olvide a las víctimas" ni fomente "separatismos absurdos, ni radicalismos".

Pero la que fue más allá fue la invitada Yolanda Morín, de la plataforma España y Libertad y "llegada desde Bilbao", quien lamentó la "sospechosa" muerte en accidente del líder ultraderechista austriaco Joerg Haider, arremetió contra la inmigración y la tolerancia con el Islam del "traidor Zapatero", antes de ofrecer lotería de la plataforma a unos asistentes tibios en sus aplausos. Sólo alzaron las banderas, a petición de la organización para la foto final, cuando escucharon el himno nacional con sonido de gaitas.

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