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Guadalquivir, un histórico motor de la economía con un futuro esperanzador

  • El río, que ha sido fuente de empleo y riqueza de la provincia durante siglos, retoma su papelcomo eje vertebrador de la actividad industrial e innovadora de Sevilla y Andalucía.

Zona Franca de Sevilla.

Zona Franca de Sevilla.

El Guadalquivir. Desde Cazorla hasta Sanlúcar, a lo largo de sus 657 kilómetros se han asomado fenicios, íberos y romanos, bárbaros y vikingos, musulmanes y cristianos, guerreros y comerciantes que han hecho de su cauce una fuente histórica e inagotable de riqueza. Desde el riego de cultivos a la pesca o la energía, el viejo río Betis ha sido el motor de la vida de todas las civilizaciones que pisaron Andalucía, y aún hoy sigue siendo un recurso de primer nivel en torno al cual siguen estando establecidas muchas de las opciones de futuro de Sevilla y su región urbana, de Andalucía y de España.

Y es que la ciudad de Sevilla, también los municipios a los que baña el río, han construido una gran base de su economía y su futuro en torno al Guadalquivir. No lo ha hecho ahora, sino que lleva siglos en ello y especialmente en torno a un tráfico marítimo que por sí solo convirtió la ciudad en capital de Occidente gracias al salto esencial que supuso la Circunnavegación, que puso las bases de una globalización económica, hoy tan cercana pero hasta entonces inimaginable.

No es casualidad, claro: el Guadalquivir trae el Atlántico a prácticamente el mismo centro de la capital andaluza en solo 87 kilómetros. Cinco horas de navegación para acceder a un recinto con una superficie de flotación de 4.454 hectáreas, y 850 en tierra firme, con unas instalaciones, maquinarias, grúas, ingenios, tinglados, silos y almacenes perfectamente capacitados para cualquier contingencia de transporte, consignación o tratamiento de cualquier mercancía que precise ser cargada, descargada, manipulada y transportada en un muelle fluvial equiparable a uno marítimo de cualquier tipo.

El Guadalquivir es la puerta de entrada a la capital andaluza desde el océano Atlántico

Sus infraestructuras ferroviarias y los accesos por carretera lo conectan por vía terrestre a cualquier destino dentro del continente europeo, y por vía marítima a cualquier lugar del planeta. 4.125 metros de muelles públicos, seis terminales especializadas y cuatro terminales polivalentes son algunos de los números del Guadalquivir más industrial. El Puerto de Sevilla, además de ser el único marítimo interior de España, alberga instalaciones como la Zona Franca, que entró en funcionamiento efectivo hace tres años precisamente con el propósito de potenciar el papel del río como eje articulador de la identidad industrial y de la innovación tecnológica y sostenible de la ciudad y su entorno con oportunidades para la restauración ecológica, para la puesta en marcha de medidas de impulso económico e industrial y, por ende, para la generación de empleo.

El histórico río presenta importantes ventajas competitivas como emplazamiento industrial y tecnológico, pero sobre todo destaca la Eurovía del Guadalquivir, la única vía navegable interior de España. Sin duda un lugar estratégico en cuanto a comunicaciones por mar, tierra y aire en la región urbana de Sevilla, que es la mayor concentración urbana del sur de Europa (con un millón y medio de habitantes en el entorno), punto estratégico de entrada desde el Atlántico a la UE, está dotada una eficiente red de comunicaciones y es la capital económica, política y administrativa de Andalucía.

El río es ahora, otra vez, una oportunidad de crecimiento económico que permite ventajas fiscales y logísticas considerables para todas las empresas que se ubican y se ubiquen en su Zona Franca, y también proporcionando unos costes logísticos más reducidos al poder colocar las mercancías más cerca del lugar donde se consumen o producen, transportándolas en el medio que menor huella ecológica produce. Un río que es Historia pero también es Futuro: el Guadalquivir.

Puerto. Puerto.

Puerto.