La Iglesia gana contribuyentes en Sevilla, pero recauda menos dinero
Balance del IRPF en la diócesis sevillana
Los sevillanos ingresaron en las arcas de la Iglesia española 9,6 millones de euros, un 1,27% menos que en el ejercicio anterior. Un 44,18% de sevillanos marcaron la casilla en favor de la Iglesia.
A rentas más bajas, contribuciones menos cuantiosas por mucho que aumente el número de benefactores. Un total de 7.867 sevillanos más que en el año anterior marcaron la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la renta de 2010, pero este aumento de contribuyentes no ha supuesto mayores ingresos. Los sevillanos aportaron 9.625.000 euros a la Iglesia española en la renta de 2010, cuando en la anterior habían contribuido con 9.749.000. La diferencia en la recaudación es de 123.881 euros menos. La crisis ha provocado un efecto previsible: más sevillanos quieren contribuir con una institución que asume la mayor parte de la acción social que se ejerce en España, pero las rentas han bajado y, por lo tanto, la aportación del 0,7% es también inferior.
En números totales, 323.840 sevillanos marcaron la casilla de la Iglesia en 2010, un 44,18% del total y un 2,48% más que los que lo hicieron en 2009, año en el que marcaron la casilla de la Iglesia 315.973 sevillanos, un 43,08% del total de los que entonces tributaron al Estado.
La Conferencia Episcopal controla todo el dinero que corresponde a la Iglesia Católica por el IRPF. Este mismo organismo asigna cada año a cada diócesis una cantidad en función de diversos criterios. La diócesis de Sevilla recibe bastante menos fondos de los que aporta al sostenimiento de la Iglesia española. Este 2012 recibirá 4.717.588 euros correspondientes al ejercicio fiscal de 2010. Se trata de una cantidad de dinero que no varía mucho respecto al ejercicio anterior, cuando en 2011 recibió 4.729.687 euros del ejecicio fiscal de 2009.
En comparación con otras diócesis, hay que tener en cuenta que Madrid recibirá en 2012 un total de 14,5 millones de euros de la recaudación del IRPF; Barcelona, 4,8 millones; Valencia, 8,6 millones y Bilbao, 3 millones. En el caso de Barcelona, la asignación es sensiblemente inferior a la de Madrid porque el territorio está divido en más diócesis, como ocurre en otros lugares de España, caso de Jerez-Asidonia, una diócesis distinta a la de Cádiz.
Los datos de la diócesis de Sevilla coinciden con las cifras generales. El impacto de la crisis en España no sólo se nota en la disminución del número total de declaraciones presentadas, sino también en el monto global de la cuota íntegra, que ha experimentado un descenso muy significativo. También la cantidad global correspondiente a la Iglesia española ha sido menor que el año anterior: 248,3 millones de euros, en lugar de los 249,4 del pasado ejercicio (es decir 1.162.820 euros menos). Si la disminución no ha sido aún mayor es gracias al incremento del número de declaraciones, que ha compensado algo el descenso general.
Como se recordará, el Gobierno y la Iglesia católica acordaron en 2006 un nuevo modelo de financiación que modifica el del concordato con la Santa Sede de 1979. A partir de entonces se suprimió la dotación directa del Estado a la Iglesia, y se elevó la asignación voluntaria por parte de los contribuyentes del IRPF del 0,52% al 0,7%. Los obispos solicitaban inicialmente un 0,8%.
Otra de las grandes novedades de aquella negociación fue que la Iglesia quedaba a partir de entonces sujeta al pago del IVA en la adquisición de todo tipo de bienes, poniendo fin a una excepción denunciada por la Unión Europea. También queda obligada a presentar al Gobierno una memoria económica anual en la que justifique el gasto de la asignación procedente del IRPF.
Esa revisión del acuerdo fue promovida por el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, que defendió la idoneidad de vincular los ingresos de la Iglesia a la "voluntad expresa de los contribuyentes", ya que éstos pueden elegir o no asignarle el 0,7% de su declaración.
Según fuentes del Arzobispado de Sevilla, el resultado final es muy parecido desde que se aplica el nuevo acuerdo económico. La recaudación aumenta una media de un 35%, pero como la Iglesia ahora debe abonar el IVA, pues lo que gana por asignación directa del IRPF lo pierde al tener que hacer frente a un impuesto del que antes estaba exenta. Con el nuevo sistema, el Estado no garantiza ya ningún mínimo para el sostenimiento básico de la Iglesia. Ha dejado de existir el llamado "complemento presupuestario", de modo que la Iglesia, para su sostenimiento, sólo recibe lo que resulta de la asignación voluntaria de los contribuyentes y nada de los Presupuestos Generales del Estado.
Además de la asignación en concepto del IRPF, la diócesis de Sevilla cuenta con otras fuentes de ingresos, entre las que destaca sobremanera la Catedral. El principal monumento de la ciudad se autofinancia gracias al turismo, que tras un período de fuerte crisis ha vuelto a remontar en cifras. Una parte de lo que se recauda en la taquilla turística del templo metropolitano se destina a ayudar al Arzobispado en los gastos de construcción de nuevos templos y otras necesidades pastorales de la diócesis.
La Catedral moverá este año 9,7 millones, lo que representa un 9,43% más respecto a 2011. El 94,31% de los fondos procede del turismo y de la venta de objetos de recuerdo y de las audioguías. El repunte del turismo registrado en Sevilla a lo largo de 2011 (un 10,98% más que en 2010) ha permitido al órgano rector del templo cerrar las cuentas de 2011 con un balance a favor de un millón de euros
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