Lleno, por favor

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Milanés y De la Torre forman parte de estos 25 años que ahora cumple Canal Sur.

Antonio de la Torre, la noche que recibió el premio Ciudad de Huelva. / Alberto Domínguez
Antonio de la Torre, la noche que recibió el premio Ciudad de Huelva. / Alberto Domínguez
Francisco Correal

26 de noviembre 2013 - 01:00

CUMBRE malagueña en la Alameda de Hércules. Sentados en la terraza del bar La Piola, comparten desayuno Lolo Milanés y Antonio de la Torre. El actor acaba de recoger en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, en su trigésimo novena edición, el premio Ciudad de Huelva. Un certamen que hace casi cuatro décadas creó un sevillano muy bético llamado José Luis Ruiz, que convirtió el hotel Tartessos de la capital onubense en cuartel general de cinéfilos y allegados.

De la Torre y Milanés coincidieron muchos años en Canal Sur, que ahora rebasa el cuarto de siglo de historia. El primero como reportero en la sección de Deportes; el segundo como productor después de un paréntesis juvenil en Venezuela, país al que se fue para no hacer la mili.

El Festival de Huelva es una raya en el agua, en su puesta de largo contó con Buñuel y quien suscribe recuerda momentos memorables, como el encuentro con Fernando Rey en un ascensor del hotel; la presencia de Gian Maria Volonté; un tren lleno de cinéfilos del que bajaba Juan Antonio Bardem; el homenaje de Isla Cristina a Antonio Ferrandis, el profesor exiliado del Oscar de Garci que volvía a ser Chanquete; o el buen rato con Agustín González, el cura de La Escopeta Nacional, la víspera de que me examinara del práctico del carné.

Recuerdo otro encuentro con Milanés y De la Torre. Fui al cine de verano donde hicieron la comisaría de la Alameda. Ponían La Comunidad, de Alex de la Iglesia. El actor malagueño era un secundario en el reparto que encabezaba Carmen Maura. Hacía de camarero y al término de la película lo encontré en vivo y en directo tomando una cerveza en El Paladar, el restaurante de la calle Lumbreras del que Lolo Milanés es socio consorte. Lo que históricamente fue el bar de los Niños.

Me despido de los malagueños y entro en el bar Aguilar, consulado de Manzanilla en la Alameda. Después lo hace Fernando Mansilla. Deja su sombrero en una de las mesas. En las librerías ya está su libro Canijo, que empieza una tarde de verano en una terraza de San Julián.

En Huelva todo gira en torno a Colón, personaje que fue llevado al cine por Mariano Ozores, Ridley Scott y Georges Pan Cosmatos -esta última con Juan Gil y Consuelo Varela como asesores para el guión-, lugares colombinos en los que se ha reconocido el trabajo del otrora reportero Antonio de la Torre. Que echa cuentas en este buen cóctel de sol y frío y no es tan novel como quisiera, desde que hizo su primer papel en Lleno, por favor.

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