El Metro de Sevilla está reduciendo poco a poco los retrasos, pero dos meses después de su inauguración -ayer se cumplieron- todavía no ha conseguido recorrer los extremos de la línea en los 33 minutos que prometió la concesionaria entre Ciudad Expo y Condequinto. En la actualidad invierte una media de 37 minutos de un extremo a otro.

Los usuarios habituales de la línea confirmaron ayer a este periódico que, desde mayo pasado, tardan unos cinco minutos menos en llegar a su destino. "Ahora va mejor que antes. Llego normalmente en 14 ó 16 minutos al trabajo, cuando antes había días que tardaba hasta 25 minutos. Al principio paraba un buen rato en cada parada, pero eso ya no me ha pasado más", explica Isabel, vecina Montequinto que recorre tres días a la semana el trayecto de Condequinto a Nervión. Según Antonio, de 50 años, que lo coge a diario entre Cavaleri y Prado, "el Metro ha mejorado un poco en los tiempos de viaje porque antes echaba veinte minutos en el recorrido y ahora lo hace en quince. También es curioso que tarda algo menos en bajar que en subir. En lo demás no hay problemas". Álvaro Calatayud, 20 años, estudiante de la Olavide, también ha notado que últimamente va más rápido, aunque el sábado esperó casi media hora en la parada porque el primer tren que llegó no le abrió las puertas.

Ferrocarriles Andaluces, el ente público de la Junta que controla el Metro, explica que la mejora de cinco minutos se debe a una mayor destreza de los conductores con los trenes, y admite que la fiabilidad total de los tiempos de viaje llegará a final de año, cuando se consolide el sistema ATO (de operaciones automáticas) que se pondrá en marcha en verano. Con este sistema, que ahora sólo está en pruebas por la noche, el tren se detendrá en el lugar exacto para abrir las puertas de andén de las estaciones, una tarea que ahora realiza el conductor manualmente; lo normal es que no atine con el punto exacto y tenga que dar marcha atrás o adelante.

El Metro sigue teniendo algunos fallos importantes. Faltan bancos en seis estaciones (las cinco del Aljarafe y Cocheras), el chirriado de los trenes es excesivo del Prado a Ciudad Expo y en Cocheras (Ferrocarriles admite que las ruedas requieren más torneado), y en los trayectos hay frenazos bruscos provocados por el sistema de seguridad.