Movilidad tendrá instaladas en junio las cámaras para restringir el acceso al centro

La Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla anunció este miércoles que pretende que en el próximo mes de junio esté instalado el equipamiento necesario para el seguimiento y control del acceso de vehículos al casco histórico de la capital hispalense, consistente en una veintena de cámaras que servirán para limitar el tráfico privado.

En declaraciones a los periodistas, el concejal del ramo, Francisco Fernández (PSOE), subrayó que la adjudicación está en fase de Mesa de Contratación. La instalación, subrayó, no significa que ello vaya a ir acompañado de inmediato de una restricción del tráfico al centro, pues se precisa de un periodo más largo de trabajo para efectuar reuniones, coordinación o ajustes a nivel informático, entre otros aspectos.

Según indicó el propio Fernández, fueron siete las empresas que presentaron su oferta para optar a la contratación, con un plazo máximo de entrega marcado en los pliegos de licitación del proyecto -que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE)- de un año, dentro de un contrato que parte con un presupuesto base de licitación de 1.099.989,65 euros.

La restricción de vehículos privados al centro histórico de Sevilla, por otra parte, no se aplicará de forma parcial, sino que la medida se hará de forma global en todas las vías que ofrecen acceso a la zona cuando se haya procedido a la instalación de las cámaras y se haya acreditado a la totalidad de los residentes que podrían circular con su vehículo por el centro.

El edil justificó la decisión de no instaurar el sistema de manera progresiva en que "no sería eficaz", por lo cual aludió a la puesta en marcha de forma "simultánea" en todas las vías de acceso al centro, "que justifique que el sistema restrinja o condicione ese acceso".

Fernández también descartó en su momento que el control de vehículos se vaya a llevar a cabo mediante otro tipo de medios mecánicos como el bolardo neumático existente en el cruce de las calles Dos de Mayo y Temprado, en la barriada de El Arenal, y que ha alternado periodos de funcionamiento con temporadas de inactividad.

"Las características sociológicas de la ciudad hacen que un sistema como los bolardos no sea eficaz, pues ha sido saboteado y roto en innumerables ocasiones, por lo que no siempre conseguimos que éste funcione a los niveles que queremos", señaló, descartando así nuevas colocaciones de este tipo de elemento, a pesar de que la idea inicial era extender su colocación a otras zonas de la capital hispalense.