transporte público | la demanda de un hotel propició la investigación policial

La Policía Local denuncia a 10 taxistas del aeropuerto por cobros abusivos

  • Los denunciados pararon su actividad en la terminal el miércoles y no la reanudaron hasta que el edil de Seguridad y el jefe de la Policía Local se entrevistaron con un representante del sector

Viajeros en la terminal de llegadas el pasado miércoles, día en el que no hubo taxis.

Viajeros en la terminal de llegadas el pasado miércoles, día en el que no hubo taxis. / víctor rodríguez

La Policía Local de Sevilla ha denunciado en las últimas semanas a una decena de taxistas por cobros abusivos. Los denunciados prestan servicio habitualmente en el aeropuerto de San Pablo y fueron multados por la Policía cuando finalizaban sus carreras en distintos hoteles de la capital andaluza. Las multas han coincidido con la protesta celebrada el miércoles en el aeropuerto de San Pablo, donde los taxistas pararon su actividad entre las once y media de la mañana y las ocho y media de la tarde.

La asociación mayoritaria en el aeropuerto, Solidaridad del Taxi, asegura que el paro no tuvo nada que ver con las multas y que simplemente era una protesta contra el intrusismo que padece el sector. Sin embargo, la huelga no se levantó hasta que el delegado de Movilidad y Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, y el nuevo jefe de la Policía Local, el superintendente Pablo Mariano Ruiz-Berdejo Ferrari, se desplazaron al aeropuerto de San Pablo para entrevistarse con el presidente de Solidaridad, Enrique Filgueras. Al aeropuerto tuvo que desplazarse la Unidad de Intervención Policial (UIP) para frenar cualquier posible altercado protagonizado por los taxistas, que intentaron cortar el recorrido de la línea Especial Aeropuerto (EA) de Tussam.

La investigación de la Policía Local contra los abusos surgió de una denuncia presentada por un hotel de la isla de la Cartuja, después de que a un cliente le cobraran varios euros de más. El cliente era un turista que había tomado el taxi en el aeropuerto y al que no se le había aplicado la tarifa oficial desde la terminal aérea, establecida en 22,20 euros los días laborables de 7:00 a 21:00 y en 24,75 euros en el turno de noche y los sábados, domingos y festivos. Además, el recibo que el taxista entregó al cliente no era ajustado a lo que marca la normativa y no tenía ni la licencia ni la matrícula del vehículo.

El hotel se quejó al Instituto del Taxi, donde le dijeron que no podían localizar al taxista al no disponer de ningún dato que pudiera identificarlo. Ante esta situación, y dado que no era la primera vez que ocurría algo así, el hotel presentó una denuncia ante la Policía Local. Los agentes del Servicio Especial de Transporte e Intrusismo (SETI), la unidad que se encarga de la vigilancia sobre el transporte público, estableció un dispositivo para controlar a los taxistas. Los policías esperaban a los conductores en los hoteles y, una vez finalizadas las carreras, comprobaban cuánto dinero les había costado a los turistas. Esto se tradujo en más de una decena de denuncias en unos días, lo que motivó una serie de quejas por parte del colectivo de taxistas que presta servicio en el aeropuerto.

Como ya ocurriera en la estación de Santa Justa hace aproximadamente un mes, la mañana del miércoles, sin previo aviso, los taxistas del aeropuerto iniciaron una huelga salvaje. Decidieron dejar de ocupar y trataron de cortar la línea de Tussam. Los antidisturbios de la Policía estuvieron durante toda la mañana presentes en la terminal para garantizar la seguridad, aunque no llegaron a intervenir.

El presidente de Solidaridad, Enrique Filgueras, negó a este periódico que la huelga respondiera a las multas interpuestas por la Policía Local contra sus afiliados y se mostró partidario de que se refuercen las inspecciones. "Siempre he pedido que se fiscalice el taxi, pero que haya una fiscalización para todos por igual", se quejó Filgueras, que insistió en que el sector padece un fuerte intrusismo. En el caso de la denuncia presentada por el hotel, este representante del taxi aseguró que en muchas ocasiones son los empleados de los hoteles los que estafan a sus clientes y les piden entre 35 y 40 euros por contratar un taxi que les lleve al aeropuerto. "Yo espero que la Policía también controle esto", dijo Filgueras.

El representante de los taxistas del aeropuerto aseguró que el intrusismo es cada día mayor y que nadie controla las furgonetas y los vehículos privados que llevan o traen personas desde San Pablo. Este asunto se lo transmitió el miércoles al delegado de Movilidad y Seguridad y al jefe de la Policía Local, a quienes les propuso que se establezca un protocolo similar al que se sigue en el aeropuerto de Málaga, donde los taxistas de fuera de la capital tienen que identificarse y dar el nombre de la persona que les ha contratado. Filgueras añadió que es una de las personas que más ha peleado por la nueva unidad de la Policía Local para controlar las estaciones de autobús y la de tren y el aeropuerto, y pidió que ésta sea una realidad cuanto antes.

Fuentes municipales explicaron a este periódico que el delegado se comprometió a reforzar los controles contra el intrusismo, lo que motivó que los taxistas levantaran su protesta. Ahora han convocado una concentración, que está prevista para el día 23 de diciembre en la estación de Santa Justa. Mientras tanto, el colectivo de taxistas que no pertenece a la asociación mayoritaria en el aeropuerto se sigue quejando de los ataques vandálicos que sufren reiteradamente en la terminal aérea. Los pinchazos de neumáticos y los lanzamientos de huevos o piedras son prácticas recurrentes en el aeropuerto entre taxistas desde hace más de quince años. El resto de profesionales lamentan que Solidaridad pretenda imponer un monopolio en el aeropuerto y se impida la recogida concertada por parte de otros taxistas o de empresas, algo que es perfectamente legal.

Los taxistas aseguran sentir miedo e impotencia porque sufren continuamente amenazas, incluso en sus domicilios particulares. El representante de Solidaridad se desvinculó de estas prácticas pero dijo que puede entenderlas por la situación del sector. "Ahora es un problema de ordenanza, pero en el futuro puede ser un problema de orden público, por ello es urgente la creación de la unidad de la Policía". Mientras tanto, el Ayuntamiento se sigue negando a ejecutar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que en el año 2004 obligó al Consistorio a imponer el turno rotatorio de taxis en el aeropuerto de San Pablo.

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