El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional tomó ayer declaración a un total de once testigos relacionados con el homicidio de Francisco Javier Guerrero Vargas, el joven de 23 años que murió en la noche del viernes en la macrobotellona de la isla de la Cartuja tras recibir una puñalada en el pecho, según confirmaron fuentes policiales, que precisaron que por el momento no se ha producido ninguna detención.

Entre las once personas interrogadas, hay algunos conocidos y familiares de la víctima, pero las mismas fuentes explicaron que por el momento las gestiones policiales no han dado lugar a la imputación o detención de ninguna persona por su presunta participación en el crimen de Francisco Javier Guerrero Vargas, que era natural de Ibiza aunque residía en La Puebla de Cazalla.

También se investiga el móvil del homicidio, que tuvo lugar en el transcurso de una reyerta en la que se habrían visto implicadas tres o cuatro personas, según las mismas fuentes. Por el momento, se ignora el origen de la reyerta que acabó con la muerte del joven, que recibió una puñalada en el pecho y falleció cuando era trasladado por los equipos de emergencias sanitarias hasta el servicio de Traumatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Algunos testigos han asegurado que el detonante de la puñalada pudo ser que el agresor hubiese pinchado las ruedas del vehículo de la víctima y reaccionara de forma violenta cuando se le pidieron explicaciones por esta acción, pero las fuentes policiales consultadas aseguran que por el momento el móvil del homicidio todavía no está claro. Lo que sí asegura la Policía es que la línea de investigación que está siguiendo el grupo de Homicidios "es buena", aunque las pesquisas no se hayan traducido hasta el momento en ningún arresto.

El Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla, de donde era vecino Francisco Javier Guerrero, ha decretado para mañana una jornada de luto en la localidad, aunque las banderas ondean a media asta desde ayer.

El alcalde de La Puebla de Cazalla, Antonio Melero (IU), dijo ayer a Europa Press que el suceso ha provocado la "consternación" de los más de 11.000 vecinos de la población, donde el joven era "muy conocido", puesto que procede de una familia con diez hermanos, "muy trabajadora y humilde". Francisco Javier Guerrero estaba desempleado, pero trabajaba en la costa durante la época veraniega y regresaba a La Puebla de Cazalla el resto del año. La familia de la víctima había emigrado hace casi 30 años a Baleares, al igual que hicieron casi 2.000 vecinos de la localidad en busca de trabajo, de ahí que Francisco Javier Guerrero naciera en Ibiza.

La reyerta se produjo sobre las 21:30 en la calle Gregor Mendel, en las inmediaciones de la avenida de Carlos III y muy cerca del Charco de la Pava, lugar donde ayer se concentraron más de 6.000 jóvenes para celebrar la fiesta de la Primavera y en el que hubo diversas peleas, accidentes de tráfico y numerosas asistencias sanitarias a jóvenes en situación de coma etílico.

La delegación de convivencia y Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla informó de que tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios un total de 85 personas como consecuencia del macrobotellón del pasado viernes en la explanada del Charco de la Pava, donde los servicios municipales de limpieza procedieron además a la retirada de 22.440 kilos de basura tras la celebración de la fiesta de la Primavera.