La Policía detiene en Triana a un hombre por abusar de tres menores

El arrestado, copropietario de un cibercafé, invitaba a las víctimas, de entre 10 y 13 años, a su casa para que jugasen a la videoconsola. Llegó a pagarle 700 euros a un niño.

El cibercafé de Triana que el detenido regentaba, cerrado ayer por la mañana.
El cibercafé de Triana que el detenido regentaba, cerrado ayer por la mañana.
Fernando Pérez Ávila

16 de octubre 2014 - 05:03

La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 38 años como presunto autor de unos abusos sexuales a tres menores, de edades comprendidas entre los 10 y los 13 años. Los abusos consistían siempre en tocamientos y fueron presuntamente cometidos durante varios meses en un piso de Triana. El presunto pedófilo captaba a los niños en un cibercafé de su propiedad y los llevaba a la vivienda con la excusa de invitarlos a jugar a una videoconsola. Una vez en el piso, habría pagado a los menores para que les dejara hacerles unos tocamientos libidinosos y masturbarles. Según fuentes policiales, el juez ya ha ordenado su ingreso en prisión sin fianza.

La detención se produjo al mediodía del pasado 4 de octubre, cuando la sala del 091 de la Policía Nacional recibió una llamada alertando de que había varias personas alteradas en la puerta del cibercafé propiedad del arrestado. Se trataba de las madres de los menores víctimas de los abusos, que buscaban al dueño del negocio después de que sus hijos les relataran lo que éste les había hecho.

Estas mujeres explicaron a los agentes que sus hijos les habían comentado que uno de los propietarios del cibercafé los había invitado a subir a su casa con la excusa de jugar a la videoconsola y allí les hacía unos tocamientos en sus zonas íntimas. Las denunciantes añadieron a los policías que los niños también les habían dicho que el hombre llevaba abusando sexualmente de ellos desde antes del verano, concretamente desde el pasado mes de mayo.

Los policías fueron a buscar al sospechoso, que en ese momento no se encontraba en el negocio ni en el piso en el que se cometieron presuntamente los abusos. Mientras un grupo de agentes permanecía en el cibercafé con las madres, otros fueron a casa de sus padres. Tras hablar con su madre y después de que ésta lo llamara por teléfono, los policías lo encontraron en la calle Virgen de Luján, en el interior de su coche. Allí mismo, el hombre reconoció a la Policía haber realizado algunos tocamientos a los tres menores en su casa, pero alegó que no consideraba que estas prácticas fueran de índole sexual.

Tras esta afirmación, y entendiendo que había indicios suficientes de delito, la Policía detuvo al hombre y lo trasladó a las dependencias de la Jefatura Superior, que está situada en la avenida de Blas Infante, muy cerca del lugar en el que ocurrieron los hechos. Una vez arrestado, el hombre manifestó a los agentes espontáneamente que masturbaba a los menores en su domicilio desde hace algún tiempo, si bien no concretó fecha alguna. Sí dijo que en agosto uno de los niños le exigió dinero a cambio de mantener en secreto lo que pasaba. El detenido accedió y le entregó 700 euros, según su versión de los hechos.

También quedó intervenido su coche, que ha sido inspeccionado por la Policía Científica en busca de nuevas pruebas o indicios. En él había un ordenador portátil, diversos CD y DVD y una mochila, que están siendo analizados por los investigadores para ver si pudieran tener relación con los hechos que se le imputan. El cibercafé, que el detenido regentaba junto con un socio que no ha tenido participación alguna en los hechos, también ha quedado bajo custodia policial.

La identidad del presunto autor de los abusos responde a las iniciales F. J. R. P., tiene 38 años y es vecino de la zona. No le constan antecedentes policiales y en ningún momento se mostró agresivo con los agentes o trató de huir. Los menores fueron trasladados, junto con sus padres, a un hospital de Sevilla, para que fueran examinados por un forense tal como establece el protocolo para estos casos. Tras ser reconocidos en el centro sanitario, fueron llevados a las dependencias de la Brigada Provincial de Policía Judicial, donde se les tomó declaración.

La primera intervención y la detención corrieron a cargo de los agentes de la comisaría del distrito Triana, en colaboración con los policías del Grupo Hércules. La vivienda en la que presuntamente se cometieron los abusos quedó precintada por la Policía y fue registrada al día siguiente, así como la casa de los padres del detenido.

La mañana de este miércoles, el cibercafé que regentaba el arrestado junto con un socio permanecía cerrado. Desde fuera el local se encontraba en aparente estado abandono, con varios agujeros en el rótulo que impedían leer el nombre del establecimiento y la persiana de seguridad echada y cubierta con graffitis.

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