Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide

“No conocemos nuestra cultura ni estamos orgullosos de ella”

  • El periodista Jesús Quintero reivindicó ayer el flamenco como motor de desarrollo real de Andalucía y sentenció: “Estoy dispuesto a dejar mi teatro solo para el flamenco”

El periodista y escritor Jesús Quintero, ayer en Carmona.

El periodista y escritor Jesús Quintero, ayer en Carmona.

Se echa de menos la ambientación y la puesta en escena cuidada en televisión. Apenas hay periodistas que hagan entrevistas largas y pausadas a personajes de interés. El sensacionalismo deportivo y el reality de cartón piedra riegan la programación de las cadenas de bazofia mientras grandes profesionales viven en el ostracismo. Mucho ruido y poca enjundia. En la sociedad del Big Data, el hashtag y los emojis, mitos de la comunicación como Jesús Rodríguez Quintero (San Juan del Puerto, 1940) tienen cada vez más complicado desarrollar su talento.

El Loco de la Colina sigue siendo un perro verde que habla en plata. Ayer, en la inauguración del curso de la Olavide en Carmona El porqué del flamenco. Poderío, singularidad, universalidad, pronunció la conferencia Un aficionao al flamenco. Un título demasiado humilde para el relevante papel que ocupó Quintero en el lanzamiento al estrellato de Paco de Lucía, al que le preparó una gira de 100 conciertos, cuyo momento más memorable fue la standing ovation de 20 minutos que le dio el público en el Teatro Real, un récord que comparte con el director de orquesta Herbert von Karajan. “No he conocido anatómicamente a nadie como a Paco de Lucía. No ha habido otro creador absoluto como él. Una vez se le rompió una cuerda, siguió tocando por bulerías y la gente se puso en pie a aplaudir”, afirma el presentador de Ratones Coloraos, que utilizó una frase de Antonio Mairena para explicar ese carácter tan andaluz de ir cada uno a lo suyo: “Fíjate si somos individualistas que, a veces, hasta me molesta el guitarrista”.

“Vi a Quincy Jones presentar a Camarón en el Festival de Montreux (Suiza). Escuché a Mick Jagger decir que nunca había escuchado a nadie tan potente como Camarón. Y Chick Corea dijo que el jazz y el flamenco son las dos manifestaciones artísticas que salen directamente del corazón. Pues no hemos convertido todavía el flamenco en el rock de nuestro tiempo. No conocemos nuestra cultura ni estamos orgullosos de ella ni hemos aprendido a vivir de ella en el mejor sentido. Debe haber una nueva filosofía en torno a nuestra cultura. La cultura debe ser rentable no solo para mantenerse a sí misma sino para ser motor de desarrollo y progreso. La cultura es nuestra mayor riqueza y debería ser también nuestra principal fuente de riqueza”, sentencia.

El periodista sanjuanero tiene escritos ya 50 folios de su biografía, a la que ya le ha puesto un título: 'Mis queridos hijos de puta'

En ese sentido, el comunicador onubense hace una reflexión sobre el medio al que ayudó a engrandecer:“Siempre he entendido la televisión como un arte: atmósferas, palabras inteligentes, banda sonora, trama, desarrollo y desenlace... Siempre lo preparaba como si fuera una película. Y lo que hay ahora... prefiero no hablar mal de ningún compañero. Yo no me siento en la televisión para mentir y ahora todo es mentira. Hay presentadores que venden un producto en mitad de un programa. No me imagino a Marlon Brando divulgando la Coca-Cola, por ejemplo”.

Quintero, bambú dorado del periodismo y pionero de la televisión de calidad en España, reunió en el libro Cuerda de presos, editado por Planeta en 1997, las 39 entrevistas a otros tantos reclusos realizadas y emitidas en su día por TV. Por sus páginas desfilan personajes como Rafael Escobedo, el fallecido yerno de los marqueses de Urquijo, o el duque de Feria. Hay mucha verdad en ellas. La misma verdad que falta actualmente en televisión, porque también falta en la sociedad. Quintero tiene entre manos un proyecto televisivo llamado Jondo, “un programa pensado para interesar a los gitanos de Triana y de Jerez, pero también a cualquier persona” con el fin de acercar el flamenco, “el que se cocina en una olla de Utrera”, a los espectadores de hoy. Ese programa mola tanto como otro que quiere hacer, El loco anda suelto, jugando con su propia leyenda. Porque la única bancarrota irreparable es la del alma y la de Jesús tiene ángel, flamenco y arrebatador, de más de 21 gramos.

El periodista sanjuanero tiene escritos ya 50 folios de su biografía, a la que ya le ha puesto un título: Mis queridos hijos de puta. Promete.

“La lucha contra el terrorismo se ha readaptado muy rápido”

El profesor del Área de Ciencia Política y de la Administración del Departamento de Derecho Público de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Manuel Ricardo Torres afirmó que “España ha gozado de unas capacidades muy maduras para anticipar la violencia terrorista y desbaratar atentados que han reducido el volumen de la incidencia” de los ataques del Estado Islámico en los últimos años. Torres realizó estas declaraciones en Carmona tras su participación en el curso Terrorismo yihadista. Escenarios post-califato, del cual es director, y que se celebró hasta ayer como parte de la oferta de los Cursos de Verano de la UPO. En su opinión, el número de atentados yihadistas en España no ha sido tan notorio como en Francia, Bélgica o Bruselas “en parte, porque las Fuerzas de Seguridad del Estado tenían una experiencia previa y dilatada contra ETA y había una maquinaria de inteligencia de lucha contra el terrorismo que se ha readaptado muy rápido”.

Torres manifestó que esto ha permitido tener anticipación a la hora de frustrar ataques terroristas y ha evitado “no tener que pasar por las etapas de otros países que tuvieron que poner en marcha desde cero mecanismos de este tipo en sus territorio” dado que antes “no existían”.

El director del curso ‘Terrorismo yihadista’, Manuel Ricardo Torres. El director del curso ‘Terrorismo yihadista’, Manuel Ricardo Torres.

El director del curso ‘Terrorismo yihadista’, Manuel Ricardo Torres.

No obstante, el profesor de la UPO reconoció que “también hay un componente de azar que si se da, puede evitar una tragedia, y si no ocurre, puede cambiar el panorama totalmente”. “Hemos tenido la suerte a nuestro favor”, agregó. El ataque terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid provocó 192 muertos y supuso el peor ataque terrorista en la historia de España, pero también de Europa. España no había sufrido ningún otro ataque hasta el 17 de agosto del pasado año, cuando 13 personas fallecieron en un ataque terrorista en Barcelona y una fallecida en otro en Cambrils (Tarragona).

No obstante, en los últimos años, Francia ha sido el país que más atentados yihadistas ha sufrido con un total de ocho que suman más de 239 fallecidos. La mayoría de ellos fueron víctimas del ataque terrorista de París en el año 2015 (130) y del atentado de Niza en 2016 (85).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios