José María Asprón y Jacinto Castillo son dos vecinos más del barrio de Los Remedios que han decidido escribir una carta a sus representantes en el Ayuntamiento. Es decir, a su delegada del distrito, Encarnación Aguilar, y a su alcalde, Juan Espadas. En ella alertan de varios problemas que perciben en las calles donde residen. Los enumeran y detallan. Son cinco: ausencia de Policía Local que controle el cumplimiento de los horarios de circulación de bicicletas y patinetes por la peatonalizada calle Asunción, abandono de parques, dificultad para conseguir licencias de apertura de negocios, falta de bancos para sentarse y publicidad en el mobiliario urbano.

Este par de vecinos se sienten "desatendidos" por sus gobernantes. Bajo el lema Ponga Remedios en Los Remedios, esperan que el regidor intervenga. Al mismo tiempo, reflejan su "envidia sana" con Triana, dónde expresan que la delegada de ambos distritos se vuelca mucho más. También inciden en los agentes de la Policía Local, a los que piden que salgan de su sede en la calle Santa Fe para "patrullar el barrio tarde y noche". Precisamente, las franjas horarias en las que está prohibido circular en un vehículo por la parte peatonal de la calle Asunción, arteria más concurrida del barrio. Lamentan el incumplimiento de la ordenanza municipal y las "grandes velocidades a las que pasan entre los peatones". Y ponen como ejemplo el atropello de un niño de tres años que aseguran que "tiene pánico a estar en las calles de su barrio".

Parque Manuel Arellano.

Otro aspecto que les preocupa es la concesión de licencias de apertura de negocios, para las que pide "flexibilidad y celeridad para que se aumente el crecimiento económico". Ponen como ejemplo la "falta de cafeterías para dar servicio a las necesidades de los vecinos". Un aspecto en el que comparar las zonas peatonales de San Jacinto y Asunción para evidenciar la falta de negocios hosteleros. Denuncias que se suman a otras más habituales como el mal estado de algunas zonas verdes de Los Remedios, castigadas por los grupos de jóvenes haciendo botellón. Es el caso del Parque Manuel Arellano, ubicado entre la Glorieta de la Cigarreras y la antigua fábrica de tabacos. Una zona verde utilizada para que paseen perros y que dista mucho su imagen de los Jardines de Manuel Ferrand, situados justo enfrente.