"A Susana Díaz le sentó muy mal que no le dieran Triana"
plaza nueva
rosa ortega díazHizo doble oposición a los socialistas y a los suyos, "los nuestros", entró en la prórroga y se marchó en el descuento para recuperar el tiempo perdido con una vocación que aparcó por la maternidad y la política
La política y la poesía son los dos vectores de su vida. Rosa Ortega (Sevilla, 1968) nació el abril sevillano del año del mayo francés. Su padre había sido concejal y concelebró su boda civil.
-¿Quién la llama para la lista?
-José Núñez, que sustituyó a Rojas-Marcos como candidato. Le costó mucho meterme porque había oposición. Paola Vivancos y Rafael Carmona eran los que Rojas-Marcos había tocado con el dedo de Dios.
-Al principio se quedó fuera...
-Sacamos cuatro concejales y yo iba de número cinco. Estaba recogiendo los papeles del distrito Triana-Los Remedios.
-¿Y cómo consigue el escaño?
-Me llama Pepe Núñez y dice que no va a tomar posesión del acta de concejal. Intento convencerlo y le digo que yo tampoco tomaré posesión, pero me llama Alejandro y me dice que no se pueden hacer listas en cascada.
-Habían gobernado doce años (cuatro con Alejandro y socios de Becerril y Monteseirín) y usted pasa a la oposición...
-Agustín Villar y yo íbamos a chocar con la manera de entender la política de Paola y Carmona. No podíamos llegar y lanzarnos al cuello de Monteseirín, que había sido el alcalde con nuestro apoyo y había sacado adelante sus proyectos con nuestros votos. Se lo dije a Alejandro: no podemos ir a la yugular del PSOE porque hemos dejado muchos pufos.
-¿Era una doble oposición?
-Sí, era esa frase de abajo, que vienen los nuestros.
-¿Por eso duró tan poco?
-Estaba afectando a mi salud. Yo no tenía profesión. Estudié Filología, cuando empecé la carrera me quedé embarazada y había colgado el título en una estantería. La política es una actividad, no una profesión; es una parte de tu vida, no tu vida, porque malea.
-Lo suyo fue visto y no visto...
-Llegué con mi dimisión al Pleno y Paola le tenía tal animadversión al alcalde que me dijo que ni se me ocurriera decírselo a Monteseirín. Por cortesía y protocolo tenía que decírselo, su hijo iba a clase con el mío al instituto. Alfredo estuvo muy agradable y me dijo que tenía un sitio en una Agencia de Cooperación. Evidentemente, no acepté. Me fui a casa y a cobrar el paro.
-¿Y la otra parte de su vida?
-En 2006 aprobé las oposiciones. Después de un destino en Salteras, un destierro en Belmez (Córdoba) y Rociana del Condado, saqué la plaza en Coria, único Ayuntamiento donde los andalucistas gobiernan con mayoría absoluta.
-¿Le perdonó Alejandro?
-Le gané la asamblea a Paola y dicen que fue la única vez que vieron a Rojas-Marcos retorcerse en su silla. Tengo una relación magnífica con él. Se ha casado, está enamorado. Coincidimos en la manera de ver la vida y el amor.
-¿Política o poesía?
-Las actividades de mis padres han sido mis dos grandes pasiones. Hice la comunión la primavera de las primeras elecciones democráticas. En la acción de gracias escribí:"Gracias, Señor, porque ha llegado la democracia".Mi padre tuvo que ir a hablar con el cura. Las risas se oían en la iglesia de la O. A mi madre, Rosa Díaz, le debo mi pasión por los clásicos y el Barroco. En casa apagábamos la tele y nos leía lo que había escrito.
-¿Hay tercera generación?
-No. Mi hijo Alejandro es ingeniero aeroespacial.
-¿Quién entró por usted?
-Pilar González. Le he dicho que tendría que invitarnos a algo. Entró por mí en el Ayuntamiento y por mi padre en el Parlamento.
-¿Volverá el andalucismo?
-No creo que resurja. El PSOE se encargó de acaparar el andalucismo populista. Le da al pueblo lo que quiere y le va bien. Es una máquina de marketing. Que el PSOE reivindique el 4-D es indignante.
-No se ha movido de Triana...
-En el primer mandato de Monteseirín el distrito Triana-Los Remedios lo llevaba yo porque la delegada, Isabel Guerra-Librero, tenía Obras Públicas y sólo venía para firmar papeles. A Susana Díaz le sentó eso muy mal porque ella quería venirse a este barrio.
delfín. Rosa Ortega fue Cenicienta en la Cabalgata de Reyes Magos de 2003, el año que entró en el Ayuntamiento como concejal. En la imagen, junto a su hijo Alejandro, nacido en 1989, cuando ella estudiaba Filología Hispánica. "Se llama Alejandro por su abuelo paterno, no por Rojas-Marcos". Hijo y nieto de concejales, Alejandro trabaja en Airbus Inglaterra, en Portsmouth. En esa Cabalgata, su padre, Juan Ortega, concejal entre 1993 y 2002, encarnó al rey Baltasar. Su madre es la poeta Rosa Díaz. Su última clase, sobre Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez.
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