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De Toledo a Sevilla: Alfonso X, el Sabio que pudo reinar

  • Tributo. El historiador Juan Luis Carriazo compara en un libro cómo Sevilla y otras ciudades conmemoraron en 1921 el séptimo centenario del nacimiento del monarca

Una estatua de Alfonso X el Sabio en el moumento dedicado a Fernando III en la Plaza Nueva.

Una estatua de Alfonso X el Sabio en el moumento dedicado a Fernando III en la Plaza Nueva. / juan carlos muñoz

El año que se va es el de Alfonso X el Sabio. El del octavo centenario de su nacimiento el 23 de diciembre de 1221 en Toledo. Su padre eligió la festividad de San Clemente para entrar en Sevilla como simbólico regalo de cumpleaños el día que su hijo cumplía 27 años. Juan Luis Carriazo, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Huelva, ha publicado un libro sobre cómo se celebró en 1921 el séptimo centenario. Reinaba otro Alfonso, Alfonso XIII, y los fastos alfonsinos se vieron ensombrecidos por el desastre de Annual.

El profesor Carriazo hace un estudio de cómo se conmemoró al rey Sabio en Madrid, Toledo, donde nació, Sevilla, donde reinó y muere en 1280, y Ciudad Real, capital manchega fundada por dicho rey.

En Toledo fue un acto descafeinado, con el obispo auxiliar y el alcalde interino

La portada del libro es una caricatura de Alfonso X el Sabio con sus Partidas realizada por Bagaría en el periódico El Sol el 24 de noviembre de 1921. El acto en Madrid tuvo lugar en la Real Academia Española, que presidía Antonio Maura, a su vez presidente del Gobierno. Los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia asistieron al acto. El peso científico lo llevó el arabista Julián Ribera. Se ponderó la radical modernidad del monarca, precursor de tantas disciplinas científicas. Se reivindicó al rey geógrafo, polígrafo y astrónomo. También al músico.

Otra Academia, la de Bellas Artes y Ciencias Históricas, fue la que coordinó en Toledo los actos del séptimo centenario del nacimiento del rey en esa ciudad. En Toledo la celebración estuvo algo descafeinada. El acto en la catedral lo presidió el obispo auxiliar, ya que el cardenal primado estaba enfermo, y al Ayuntamiento lo representó el alcalde interino.

El lugar donde se celebraron los actos es hoy un Palacio de Congresos, obra de Rafael Moneo. Pudo llevar el nombre de Alfonso X, pero se le adelantó El Greco en el sexto centenario de la muerte del pintor.

Sevilla conmemoró el séptimo centenario del nacimiento de Alfonso X en un tiempo récord. El 11 de noviembre de 1921, doce días antes de la conmemoración, el concejal Manuel Blasco Garzón insistió en la necesidad de este recuerdo. El Ayuntamiento habló con la Catedral, regida por el cardenal Ilundain (que llegó ese mismo año a la diócesis de Sevilla procedente de la de Orense) para que cediera enseres relacionados con el rey, pergaminos, joyas, libros alfonsinos, para una exposición en la Casa Consistorial. Se implicaron el Ayuntamiento, con el conde de Urbina de alcalde, y la Universidad, cuyo rector era Joaquín Hazañas.

El plato fuerte de la conmemoración le correspondió al Ateneo, presidido por José Gastalver. Esta entidad ya se implicó en 1916 en los actos del tercer centenario de la muerte de Cervantes. Curiosamente, el concejal Blasco Garzón sería seis años después de aquella efeméride alfonsina el presidente del Ateneo que acogió a los poetas de la generación del 27. El abogado, que fue presidente del Sevilla y hermano mayor del Silencio y murió en Argentina exiliado, aparece en la histórica fotografía con Lorca, Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Bergamín.

El 23 de noviembre de 1921 los féretros con los restos de Alfonso X el Sabio y su esposa Beatriz de Suabia fueron colocados en sendas hornacinas en la capilla real después de la intervención del arquitecto Juan Talavera. Coincidió con la apertura de la urna de San Fernando y una misa en la Catedral en la que bailaron los seises. Un tenor interpretó las Cantigas de Alfonso X el Sabio. El protagonismo religioso lo llevó el canónigo Máñez Jerez, que también participó en los actos del séptimo centenario de la muerte de Dante Alighieri. Los pintores Alfonso Grosso y Santiago Martínez se encargaron del exorno de la exposición municipal.

Ni Academias, ni Universidades, ni Ateneo. En Ciudad Real el centenario de Alfonso X, fundador de dicha villa, partió de la iniciativa de un grupo de alumnos y su profesor de Literatura. "Ser sabio en el siglo de Santo Tomás de Aquino, Alberto el Grande e Inocencio III, el siglo de Dante, es algo extraordinario que merece perpetua gloria", dijo uno de los intervinientes.

Alfonso X nace el mismo año que la torre del Oro y la catedral de Burgos. En Toledo creó la Escuela de Traductores. En Sevilla tiene una calle que antes se llamó Burro. Una estatua anexa a la ecuestre de su padre y fragmentos de las Cantigas en el banco de Murcia de la plaza de España. Sus huellas se pueden ver en la exposición Imago Mundi.

El séptimo centenario del rey encajó entre dos guerras Mundiales y una guerra civil. El octavo ha coincidido con una larga y dolorosa pandemia.

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