Urbanismo avala el cerramiento de un patio de Santa Paula

Una cesión para disfrute de toda la ciudad a cambio de una rehabilitación. Una propuesta que ya cuenta con el plácet político y que ennoblecería uno de los monasterios más representativos de Sevilla por sus valores históricos, artísticos y gastronómicos. Urbanismo avala la reforma sustancial que plantea la propia comunidad de religiosas del convento de Santa Paula, un monasterio fundado en 1576. El conocido como Patio del Noviciado, de grandes dimensiones y con jardines, será cerrado al completo para facilitar su uso como zona de museo o sala de exposiciones en virtud de un acuerdo entre las religiosas y el Consistorio. Con esta reforma, el edficio ganará en privacidad y resolverá el problema de estar permanentemente expuesto a un inmueble en ruinas.

El Patio del Noviciado es utilizado por las monjas en la actualidad como zona libre que utilizan las religiosas para su esparcimiento y recreo. Por uno de sus lados quedan al descubierto las ruinas de la casa número 29, agragada al recinto en el año 1963. Esta circunstancia supone un "riesgo para la seguridad y salubridad" del conjunto y su entorno, según la comunidad de religiosas, además de restar intimidad a la clausura, puesto que permite ser apreciado desde los edificios vecinos.

Las monjas hacen hincapié además en que la superficie de este patio no está "aprovechada". Por este motivo, plantean a la Gerencia una intervención que haga posible el cerramiento del patio y su rehabilitación completa, renovando la pavimentación, el mobiliario y los jardines, así como el arreglo de la crujía hacia la calle Enladrillada. La ejecución de estas obras permitiría, según las monjas, que este espacio no fuera apreciable desde los inmuebles lindantes y asignar al patio un uso compatible con el del monasterio. Las propias religiosas apuntan a que "podría considerarse el uso como museo o salas expositivas abiertas al público" mediante un acuerdo de cesión entre la comunidad de jerónimas y el Ayuntamiento u otra institución pública.

El monasterio jerónimo de Santa Paula, ubicado en la collación de San Román, ha sufrido a lo largo de su historia diversas modificaciones basadas en agregaciones y segregaciones hasta llegar a su configuración actual. Fue declarado monumento nacional en 1931. La mayoría de las transformaciones se produjeron a lo largo del siglo XX con la venta de parte de sus terrenos y con la agregación de algunas casas de la calle Enladrillada.

La comunidad de jerónimas está formada en la actualidad por 32 monjas de cuatro continentes: África, Asia, Europa y América. Las religiosas mantienen la producción gastronómica basada en la elaboración de las célebres mermeladas y de una gran variedad de dulces. Mantienen incluso una tienda en la web oficial del convento. El monasterio dispone también de un pequeño museo -cerrado en la actualidad por obras- donde se exhiben los objetos de culto más valiosos y desde el que se aprecian los claustros.