La construcción de la mezquita de Sevilla vuelve a sufrir un nuevo revés y sitúa al proyecto en punto muerto. La Delegación municipal de Urbanismo ha decidido dar marcha atrás a la ubicación del templo junto a Cartuja 93 ante el riesgo de que los fundamentos jurídicos en los que se basó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para tumbar la edificación en la barriada de Los Bermejales, en una sentencia dictada en enero pasado, sirvan como base de un recurso por parte de posibles nuevos afectados.

El delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, indicó ayer a esta redacción que ha encargado un informe a los servicios jurídicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo en el que se analice la situación creada por el citado fallo del TSJA y si éste, tal como parece, puede sentar precedente. Gómez de Celis adelantó que la información verbal que le han transmitido los expertos es que el proyecto de mezquita en una de las márgenes exteriores del parque tecnológico sevillano, junto a la Avenida de Carlos III, corre riesgo de naufragio ante la existencia de la "duda jurídica razonable" generada por la sentencia.

El delegado municipal y mano derecha del alcalde indicó que, una vez tenga en sus manos el mencionado informe jurídico, se reunirá con los promotores de la mezquita a fin de buscar "una ubicación alternativa". La solución, sin embargo, se presenta difícil a la vista de los recelos vecinales, cuando no la oposición frontal, que encuentran los centros religiosos de estas características.

Además de poner en cuestión el procedimiento administrativo seguido por el Ayuntamiento para ubicar la mezquita en Los Bermejales, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA subrayaba en su sentencia que la utilización de un suelo dotacional de propiedad municipal, como ocurría en Los Bermejales, debe ser una decisión que cuente con la opinión de los vecinos, los cuales "tienen derecho a decidir cómo debe ser el lugar que constituye el centro de su convivencia, o al menos a ser oídos".

Según el Alto Tribunal andaluz, la mezquita de Los Bermejales (que se iba a levantar sobre una superficie de 6.000 metros cuadrados, cedidos durante 75 años por el Ayuntamiento) no se trataba de "un simple templo" destinado a los vecinos del barrio, sino que pretendía "dar servicio a la ciudad en su conjunto y constituirse en un referente europeo", por lo que iba a condicionar la futura dotación de servicios públicos en Los Bermejales.

En el caso del parque tecnológico, la voz de su presidente, el ex consejero socialista Isaías Pérez Saldaña, se sumó el pasado miércoles al coro en contra de la mezquita: "Cartuja 93 no necesita ni una mezquita ni un catedral", dijo en defensa de un espacio concebido para el I+D. ¿Hubiera sido posible un recurso ante los tribunales contra este proyecto? Probablemente, sí.

El problema añadido para el Ayuntamiento y la Comunidad Islámica es que las otras seis ubicaciones que el Consistorio barajó como alternativa en enero de este año (Cross San Jerónimo, Higuerón Sur, Hacienda Buen Aire, Polígono Aeropuerto, Santa Bárbara y Hacienda El Rosario) son también suelos dotacionales de titularidad pública y sujetos, por tanto, a los mismos y complejos condicionantes de Cartuja 93 y Los Bermejales.

El anuncio del edil socialista supone un nuevo cambio de rumbo que ha descolocado a sus propios socios de gobierno. El portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, seguía defendiendo ayer el templo en la Cartuja. "La mezquita se ubicará o no en la Isla de la Cartuja siempre que se adecue a norma o ley", manifestó Torrijos, que insistió en que "el derecho al culto de la Comunidad Islámica es un interés público".

"El gobierno tiene muy clara su voluntad de garantizar a la Comunidad Islámica española un espacio para poder ejercer con dignidad su culto, como ocurre con la iglesia envangélica o la católica", incidió el portavoz de IU, que restó importancia a las críticas lanzadas por el presidente de Cartuja 93. "Me parece legítima su opinión", destacó Torrijos, pero apostilló "que su interés es particular".