Utrera sabe estupendamente

"Utrera sabe bien", reza el lema de la X Feria de la Tapa. Aunque quizás se quede corta. Para comprobarlo, está todo este fin de semana, en el que 15 establecimientos de la localidad y la comarca proponen cada uno cuatro tapas, a dos euros, y un euro la bebida.

En general, la oferta se basa en la cocina casera y tradicional. Por ejemplo, el de Casa Molina, ganador del concurso a la mejor tapa en los años 2005 y 2006, según explica Juan Antonio Molina, responsable de este negocio familiar. Este año presentan, fotografiados sobre la barra, platos como la corvina a la marinera, las albóndigas de la casa o el jamoncito de pavo ibérico.

De El Palmar de Troya sólo hay este año dos representantes, Casa Ángel (Avda. de Utrera, 14) y el Bar Plata (Avda. de Utrera 10). El primero, ganador al mejor conjunto de tapas del año pasado, es uno de los que crea, aunque sea en los nombres: el matrimonio al grill es, explica Eli, la hija del dueño, un montadito con lomo, morcilla y queso. Distintos "pero bien avenidos". También destaca, por ejemplo, el revuelto palmareño, con calabacines, cebolla, patatas y láminas de jamón horneadas, "que tiene muy buena cara y está muy bueno".

Puestos a inventar, Pilar Sánchez, del Bar el Dialecto (Avda. de la Fontanilla, 34), prepara sombreritos cordobeses (pechugas rellenas), barquitos de la huerta (en los que una loncha de jamón es la vela) y nidos al Santuario de Consolación, "porque somos de Utrera y devotos de la Virgen".

También es una insinuación a los visitantes para que, como propone el alcalde, Francisco Jiménez Morales, utilicen esta feria como "una excusa perfecta para visitar y conocer Utrera" y su patrimonio histórico y artístico.

En la propia feria, el bar más artístico es el de la Taberna Josema (c/ Teresa de Jesús, 35), que según uno de los dueños, José María Gutiérrez, ha decorado su amigo Nono. Del museíto del propio José María han salido el capote, las banderillas y la cabeza de un Torrestrella que mató Manuel Díaz El Cordobés en la Feria del año pasado y disecó Lucas Murube, y que con una hartá de guasa dicen que es "el espejo". Mollejas de pollo, carrillá ibérica o unos magníficos croquetones caseros "que hace mi mujer, que es de San Sebastián", figuran en la pizarra.

El Bar Onuba (Plaza del Altozano, 25) ha estado en el centro de Utrera "desde siempre", como prueba una foto de los años 60, aunque su actual director de cocina, Nicolás Camacho, lo cogió hace tres años. Ganó el premio a la mejor tapa de la pasada edición y espera volver a repetir, aunque no sabe con cuál. Fernando, su ayudante de cocina, apuesta por la carne mechada con bechamel de queso viejo. Amor, que atiende la barra, apunta que ""el arroz negro con calamares y alioli tiene que estar bueno". Y Nicolás no descarta la piruleta de solomillo de pato con puré al queso de cabra.

Mucho más nueva, de septiembre, es la cafetería Belle Epoque (C/ Alcalde Vicente Giráldez, 40) que presenta un nuevo concepto de café bar piano con karaoké, concursos de trivial, queimadas mágicas... y de cocina, propuestas como el fricandó, "ternera guisada con setas", explica Rocío.

Andrés Trujillo Huelva nació en Huelva y vive en la calle Huelva. Además, trae de Huelva el marisco y las chacinas para su cervecería Almadraba (Plaza de Francia, 2), que participa en la feria por primera vez, con productos marinos (mejillones picantones, garbanzos con langostinos...) y "la mejor cerveza de Utrera y casi de Sevilla. Porque la cerveza hay que cuidarla, no sólo poner un grifo y tirar. Hay que estar muy encima de su limpieza".

Para el que no le basten curiosidades gastronómicas como las torrijas con flores de Utrera (La Bodeguita), las delicias de tanquetes al huevo (Bar Valero) o la delicia mechada a la bética (Peña Bética), en la zona aneja pueden tomar los famosos mostachones y palos de nata de Sugarland/Confitería Reyes (4ª generación), café o los cócteles de barman, con daikiris de diversas frutas, desde dos euros o variantes de la capirinha, pero no ésta "porque aquí no gusta la cachaça", explican.