Un vaquero entra al galope en el pueblo y tras desmontar y atar su caballo al abrevadero, llama a gritos al sheriff, que sale del saloon: un grupo de cowboys, conduciendo un rebaño de reses Hereford, se dirige hacia al pueblo. Se prevén problemas...

No es, aunque lo parezca, el comienzo de una película del Oeste. Ni siquiera uno de los típicos espectáculos de Almería. Mucho más cerca, en El Castillo de las Guardas, se inauguraba ayer el pueblo del Oeste Fort West Barranco y los dos espectáculos que estarán abiertos al público desde hoy, el de la calle y el del salón.

Los participantes de la fiesta de inauguración, unos 200, eran los trabajadores de la reserva, los que han hecho posible el nuevo parque temático, y sus familias. Todos "gente de la zona, del Castillo y de Nerva", apuntaba Tini Delgado, esposa del dueño de la reserva, Antonio Ibáñez, a cuya "imaginación desbordante y a que es muy echado para delante", decía Tini, se debe esta iniciativa.

Es, efectivamente, como un pueblo de una película del Oeste: con su salón y su bar con capacidad para 250 personas sentadas y en el que servirán bebidas, su estación de tren -situada sobre la antigua mina de cobre sobre la que se asienta el parque- con el típico depósito de agua, el tren hecho con hierro y madera al que se pueden subir los visitantes, tres diligencias -en una de las cuales será posible pasear en breve- y, para abril, un hotel de 120 habitaciones.

Los actores y bailarinas de los espectáculos, ideados por Antonio, son también todos trabajadores de la reserva y vecinos de la zona. En el de la calle hay, como es habitual, duelos de pistolas, peleas y galopes, pero también, apunta Tini, "mucho humor" y detalles costumbristas como un entierro, por ejemplo. El del salón es puramente musical, con números con bailarinas del can-can, cuyos vestidos fueron a buscar hace ya años al Moulin Rouge, cuenta Tini, y otras vestidas de indias, cuyos ropajes, como los otros del Fort West, han elaborado Tini y una "gran modista". Y siempre buscando la participación de los asistentes, quienes podrán adquirir fotografías o recuerdos .

La nueva atracción, que se podrá ver en dos pases diarios (14.00 y 17.30), se une a otras como el espectáculo de las rapaces o el de los leones marinos. Y, por supuesto, a la reserva natural en la que hay más de mil animales de cien especies diferentes -elefantes, leones, tigres, rinocerontes, avestruces...- en semilibertad, que pueden verse con una cercanía sorprendente en el recorrido de 15 kilómetros que puede realizarse en vehículo propio o en el tren neumático. El precio para visitar la reserva es de 15 euros para adultos y 12 para niños, a los que hay que añadir ocho euros si se quiere asistir al espectáculo del salón.