Veladores para todos

Los hosteleros con negocios cercanos a la Plaza Nueva y a la Plaza de San Francisco quieren veladores. El debate cobró fuerza cuando la asociación de comerciantes de Sevilla (Aprocom) instó al Ayuntamiento a que agilizase la concesión de licencias a otros establecimientos para colocar veladores. Hace más de cincuenta años que no se abría una terraza en la Plaza de San Francisco. Tendencia que se ha roto con la reciente reapertura del bar Laredo. Es probable que el siguiente en pedir licencia sea el hotel Inglaterra, interesado en contar con veladores en la Plaza Nueva.

Las calles Zaragoza, Barcelona y Joaquín Guichot albergan la mayoría de bares, tabernas y restaurantes próximos a la Plaza Nueva. El bar Savoy de la calle Barcelona no tiene ninguna mesa ni silla instaladas, a pesar de encontrarse en una zona peatonal. "No me he planteado nunca poner veladores, porque la calle es muy estrecha y no merece la pena", comenta el dueño, Jose Manuel Fernández, que sí se muestra conforme con la instalación de veladores en la Plaza Nueva "siempre y cuando se cumpla con la ordenanza". "Hay sitios y sitios, en Tetuán o en Sierpes no quedan bien, además serían un estorbo", matiza.

En la misma calle se ubica la taberna Porta Gayola. El propietario, Javier, dispone de seis mesas en el exterior de las que posee licencia: "He pagado hasta la última peseta". Está de acuerdo con que se instalen veladores en la Plaza Nueva porque "se incrementa el negocio y vienen más clientes". "En Sevilla se venden dos cosas, servicios y turismo, y hay que dar facilidades a los negocios". El establecimiento lleva dos años abierto: "Nunca he instalado veladores en la calle sin licencia, porque aquí es sencillísimo que te multen".

"Igualdad para todos los negocios y legalidad en la concesión de licencias para instalar terrazas" es lo que propone el dueño del restaurante La Flor de Toranzo, Rogelio Gómez,que lleva abierto desde la década de los 40 en la calle Joaquín Guichot. "Sevilla es una ciudad de calle, por qué no va a haber veladores en la Plaza Nueva si es una zona señera". La puerta del establecimiento está repleta de motos y apenas queda espacio para colocar mesas o sillas. "Nunca he puesto veladores, pero no tengo nada en contra de quien los ponga, mientras no se salga de la legalidad vigente y que las licencias no se concedan sólamente a unos hosteleros y a otros no".

Unos metros después, en la misma calle, se encuentra el restaurante El Atún. "Desde el año 1987 tenemos licencia para los veladores", recuerda el dueño del establecimiento, Juan José Ramírez. "Antes pasaban coches por aquí, pero en 1997 hicieron la peatonalización y mejoró el servicio". El dueño renueva la licencia cada año por octubre y es en Semana Santa cuando más clientela atraen. En contra del resto de opiniones favorables a la instalación de veladores en la Plaza Nueva, Ramírez no está de acuerdo porque "es una zona común que no está habilitada, además hay muchos niños jugando y quedaría muy feo".

El debate actual sobre los veladores comenzó en la Plaza de San Francisco, donde el Laredo, tras cincuenta años sin terrazas, reabrió con veladores en la calle. "Las mesitas al aire libre son lo típico de Sevilla", comenta Raúl, encargado de la Bodeguita de Santa Justa en la calle Hernando Colón, situada en el extremo opuesto al Laredo. "Estoy muy de acuerdo con que se instalen veladores en la Plaza de San Francisco, si los hay por todo el centro histórico de Londres o de París, por qué no en el de Sevilla".

La abacería Pura Cepa frente a la fachada trasera del Ayuntamiento lleva abierta cinco meses. "Todavía no vamos a pedir licencia para poner veladores", comenta su propietario Juan Carlos García. "Lo que ha hecho Juan Robles con el bar Laredo me parece un acierto, ha respetado la estética y además ha dado mucha más vida a la plaza".