El presidente de la Asociación para la Defensa del Territorio del Aljarafe, Juan Antonio Morales, subraya qu,e en la comarca, el municipio que acumula más terreno urbanizado sin uso alguno es Mairena del Aljarafe, donde el 80% de incremento poblacional que preveía el PGOU aprobado en 2003 y con ocho años de teórico recorrido se ha quedado en el 14%. Buena parte de los sectores que se han urbanizado, sin que hasta ahora se hayan levantado viviendas -a lo sumo, edificios que se han quedado en estructura o tienen un bajo nivel de ocupación-, se ubican junto a una carretera que iba a unir Almensilla con Bormujos y que este último municipio ha descartado.

La avenida que articula los llamados SI-1 y 2 (sector industrial) y los SR-2 y 3 (sector residencial) es paradigmática: una hilera de palmeras en la mediana de dos calzadas, con dos carriles por sentido; hay flores e hierbas aromáticas plantadas, señalización vertical, farolas y pasos de peatones, aunque para cruzar de un olivar a otro. La avenida muere en una rotonda que es una suerte de mirador hacia el Cordel Triana-Villamanrique. Un hombre con un perro es el único peatón que se cruza en el paseo.

En la visita de ADTA, en la que participaron sobre todo especialistas, como arquitectos o geógrafos, se recorrió también el SR-12, en el que la maleza empieza a comer terreno a las aceras. Esta zona está completamente vandalizada. Apenas queda la estructura de las casetas de la luz, que se dejaron terminadas. El cableado de las farolas tampoco existe.

Pero el fenómeno se da también en San Juan de Aznalfarache (sector 4), Gelves (en la zona de la Vega del Guadalquivir, con un par de edificios en los que penas una veintena de viviendas están ocupadas y otras todavía en esqueleto); Palomares, Bormujos, Tomares y Camas. En este último municipio, Morales destaca la zona de Vega del Rey, con edificios en todas sus fases de construcción, y las bolsas de suelo industrial que se reconvirtieron en residenciales, con una baja ocupación y edificios en estructura. El PGOU de Camas, del año 1998, preveía un crecimiento poblacional de casi el 70%, pero se ha quedado en el 3%.

El peculiar recorrido incluyó también Salteras y Guillena; en concreto, las bolsas de suelo industrial junto a la A-66. En el parque Argentum (45 hectáreas) sólo hay un edificio, tras una inversión en urbanización e infraestructuras que superó los 21 millones de euros. ADTA estima que Salteras acumula 91 hectáreas de suelo industrial libre, pese a que pretende clasificar más. En Guillena también se visitó el polígono de El Esparragal, con baja ocupación.

Fuera del ámbito del Aljarafe, suele usarse como ejemplo de este tipo de urbanizaciones Entrenúcleos, la zona en la que el Ayuntamiento de Dos Hermanas quiere unir Montequinto con su núcleo histórico. El Bulevar Felipe González Márquez -inaugurado en agosto de 2011 y lo más llamativo de una urbanización en la que se han invertido 115 millones de euros- es también un bulevar de una ciudad que no existe. Al recorrerlo, la sensación es de irrealidad. A su alrededor estaban previstas 13.500 viviendas. Sólo hay dos manzanas de VPO en construcción que avanzan a un ritmo muy lento. El Ayuntamiento sólo ha recepcionado los sistemas generales, el resto de las calles, que lo rodean, corren a cargo de los propietarios del suelo y el Consistorio sólo se hará cargo de las mismas conforme vayan obteniendo una licencia de ocupación que se antoja lejana.

También se suelen poner ejemplo los terrenos de La Unión, entre San José y La Rinconada. La urbanización, en este caso asumida por EPSA y el Consistorio, supone un coste en mantenimiento para éste de más de 60.000 euros al año tras una inversión de más de 20 millones. La avenida se ha convertido en una suerte de paseo que han hecho suyo ciclistas y viandantes del municipio. Es una zona de esparcimiento. Pero, como en el resto de casos, las viviendas que le iban a dar sentido tardarán más -probablemente, mucho más- de lo previsto en alzarse.