Varios aviones se comunicaron con el centro de control de Sevilla durante su regreso a Estados Unidos tras atacar a Irán

Las aeronaves sobrevolaban el Estrecho de Gibraltar cuando uno de los pilotos se comunicó con el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Sevilla y confirmó que se dirigían a la base aérea de Barksdale, en Luisiana

Martillo de Medianoche, la mayor operación de la historia de bombarderos B-2

Bombardero B-2 de Estados Unidos
Bombardero B-2 de Estados Unidos / Europa Press

Varias aeronaves de la Fuerza Aérea de Estados Unidos establecieron contacto por radio VHF con el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Sevilla mientras sobrevolaban el Estrecho de Gibraltar en la mañana de este domingo en su regreso al país norteamericano tras atacar tres centrales nucleares en Irán.

La comunicación se produjo tras un reabastecimiento aéreo sobre el mar Mediterráneo, cerca de Creta, como parte de la ruta de retorno a su base en Estados Unidos. Una de las formaciones, identificada como BATT 11 flight, compuesta por cuatro B-2, informó que su destino final era la Base Aérea Barksdale (Barksdale AFB), en Luisiana. La conversación quedó grabada y recogida por Flightradar24.

Este tipo de contactos se realizan para cumplir con las normas de tráfico aéreo y garantizar la seguridad operacional en un espacio con alta densidad de vuelos como el Estrecho de Gibraltar. Se trata por tanto de un procedimiento estándar, incluso durante misiones delicadas como este caso.

Ataques en Irán

El vuelo de regreso de los bombarderos se produjo después de su participación en una operación militar estadounidense denominada "Martillo de Medianoche" (Midnight Hammer), llevada a cabo en la madrugada del domingo.

La operación consistió en un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. En ella participaron más de 125 aeronaves, incluidos siete B-2, aviones de reabastecimiento, reconocimiento y escolta.

Los B-2 realizaron un vuelo de aproximadamente 18 horas desde su base en Missouri hasta Irán, con múltiples reabastecimientos en vuelo, incluyendo uno sobre el mar Mediterráneo cerca de Creta.

Durante el ataque, se utilizaron bombas antibúnker GBU-57 y municiones guiadas tipo MOAB, marcando el primer uso operativo de estas armas en combate. Un submarino estadounidense también participó, lanzando 24 misiles Tomahawk contra la instalación de Isfahán.

Según el Departamento de Defensa de EE.UU., este fue el mayor despliegue de B-2 en una sola operación y la misión más larga realizada por estos bombarderos desde 2001.

stats