El Ayuntamiento de Sevilla ha ampliado en más de un centenar las plazas para dar un techo, durante todo el día y con todos los servicios básicos necesarios, a las 490 personas sin hogar contabilizadas recietemente en la capital andaluza. Se trata de 117 plazas adicionales que se suman, desde ayer, a las 373 ya existentes y que se han logrado distribuir en instalaciones municipales, conveniadas y hostales. El objetivo de este plan es dar la atención adecuada a un colectivo que es población de riesgo de cara al avance del coronavirus.

Las 373 plazas que había se han ampliado con recursos municipales, convenios y hostales

Esta iniciativa ha sido propuesta por el comité municipal de seguimiento de la pandemia y trata de proteger la salud de todos y, en especial, la de las personas sin hogar, que son vulnerables frente al coronavirus.Desde el Ayuntamiento del socialista Juan Espadas se asegura que las 490 plazas que están disponibles para los sin techo permiten atender a todo el colectivo, según los conteos más recientes efectuados en la ciudad.

Aun así, el Consistorio continúa buscando más plazas en hostales por si fueran necesarias, según señaló este lunes el delegado de Bienestar Social, Juan Manuel Flores, que también es médico de profesión.

El Ayuntamiento de Sevilla ha adoptado esta decisión a través de su Delegación de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social y en el marco de las medidas que se van adoptando en el seno del comité municipal para el seguimiento de la pandemia del coronavirus. Este plan se ha trasladado a la Mesa de Personas Sin Hogar y se podrá revisar o ampliar.

Las personas sin techo están entre los colectivos vulnerables frente al coronavirus

El incremento de plazas de distribuye entre recursos municipales (40), conveniados (17) y hostales (60) en distintos puntos de la ciudad, y todos ellos con una atención de 24 horas y con la totalidad de los servicios básicos necesarios. “El Ayuntamiento sigue trabajando para conseguir más plazas de hostales de la ciudad que eviten que las personas sin hogar, buena parte de ellas población de riesgo frente al coronavirus, continúen en la calle”, comentó el delegado del ramo, Juan Manuel Flores.

A pesar de que el número total de plazas (490) coincide con los conteos realizados sobre las personas sin hogar en Sevilla, “aun así, si son necesarias más plazas, se buscarán los recursos que se requieran”, remarcó Flores.

La rápida propagación por todo el territorio nacional de la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV2, así como su declaración como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha exigido que por parte del Gobierno de España se haya declarado el estado de alarma y que por la Junta de Andalucía se haya activado el Grado 2 de emergencia.

En este contexto, el Ayuntamiento declaró el Plan de Emergencia Municipal de la ciudad de Sevilla en su Nivel 1 con fecha de 15 de marzo. En esta última declaración, se establece que se garantizará por parte del Ayuntamiento la prestación de Servicios esenciales, entre los que se menciona expresamente la atención inmediata a personas en situación de riesgo de exclusión social, entre las que se encuentran las personas sin hogar.

En 2016 el censo municipal de personas sin hogar en la ciudad ascendía a 444, pero este año 2020 se ha actualizado la cifra, ya desfasada, con un recuento de las personas en esta situación. Ahora que hay una alerta general en el país y se han cerrado los parques y no es posible permanecer en las calles, las administraciones tienen que dar alojamiento a todas las personas que duermen al raso en las plazas y calles de Sevilla.

Son numerosas las entidades que dan comida a este colectivo en la ciudad, entre ellas los comedores de las monjas del Pumarejo y de Triana, así como la fundación hospitalaria de la Orden de Malta. Esta última, que lleva once años desempeñando esta labor, empezó a repartir comida en bolsas fuera sin entrar dentro del espacio del comedor, según su delegado en Andalucía, Miguel Enrile y Osuna.

Esta medida se tomó porque el número de usuarios de las instalaciones ha crecido sustancialmente en los últimos dos meses, sin que haya descendido por el coronavirus. Había que tomar medidas de prevención para usuarios y voluntarios en la entrega de comida por el “alto riesgo de contagio de muchos de ellos al estar en un sitio muy reducido”.

Cada día en este comedor de San Juan de Acre de la Orden de Malta se da de comer a unas 200 personas, para lo que se cuenta con unos 18 voluntarios diarios.