El autor del crimen de la Alameda se considera "de especial valía"

El joven de 28 años que está siendo juzgado por matar al dueño de una hamburguesería que lo había acogido en su casa se considera "una persona de especial valía" por haber superado una infancia difícil en centros de acogida, según los forenses que lo han estudiado.

En el juicio que se celebra ante un jurado popular, los dos psicólogos que analizaron al acusado José Antonio H.G. han dicho que toda su vida ha sido un "impulsivo" y ha actuado "sin mirar las consecuencias", además de tender a "magnificar" lo que ha hecho pues procede de una familia desestructurada, su madre murió cuando tenía tres años y pasó la infancia en centros de acogida.

El juicio ha concluido hoy la fase de periciales, tras lo cual la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de 23 años de cárcel por asesinato, la acusación particular de 25 años de prisión y la defensa ha reconocido el delito de homicidio pero ha pedido la pena mínima al aplicar las atenuantes de legítima defensa, arrebato y confesión de los hechos.

El acusado, que se encontraba fugado del penal de El Puerto de Santa María (Cádiz), mató de 59 puñaladas a Manuel F.B., de 45 años, dueño de una hamburguesería de la Alameda de Hércules de Sevilla que en julio de 2011 lo había acogido en su casa y le había dado trabajo.

En su declaración, el joven alegó que el luego fallecido había intentado forzarle sexualmente y que aquel día estaba borracho y drogado, por lo que no recuerda los detalles del crimen ni el número de puñaladas.

Los forenses han afirmado que el procesado tiene un trastorno de la personalidad pero no es un enfermo mental, sabe lo que hace y lo que decide y no tiene una ruptura con la realidad.

Según los peritos, debido a una infancia difícil el acusado tiende a magnificar determinados logros que ha alcanzado y minimiza los hechos delictivos que había cometido antes del homicidio por el que es juzgado ahora, han dicho en referencia a los cuatro antecedentes penales y cuarenta detenciones que acumula.

Por otra parte, los forenses han explicado que la víctima recibió 59 puñaladas repartidas por todo el cuerpo, muchas de ellas mortales aunque todas propinadas mientras estaba aún vivo y con tal fuerza que llegaron a seccionarle el esófago, la tráquea y atravesaron el cuello hasta alcanzar las vértebras cervicales.

Otros peritos policiales han confirmado que un preservativo encontrado en la vivienda del fallecido tenía perfiles genéticos de la víctima y del acusado tanto en su parte interna como externa, lo que desmiente la versión de José Antonio de que en los tres días que pasó en la vivienda de la víctima no mantuvieron relaciones sexuales.