Sevilla

La fiscal culpa a Riquelme pese al cambio de la testigo protegida

  • La acusación pública critica el "cinismo y las mentiras" del acusado del crimen de la 'botellona' y la defensa alega que no se puede condenar "por rumores y suposiciones"

La Fiscalía mantuvo ayer que Óscar Riquelme es culpable del homicidio de Francisco José Guerrero Vargas, que falleció tras ser apuñalado en la fiesta de la Primavera, al insistir en que la testigo protegida es la prueba fundamental sobre la que reside toda la acusación y todo ello a pesar del "cinismo y las mentiras" que ha defendido el procesado en su versión exculpatoria.

La fiscal Carmen Durán explicó en su alegado final que la testigo protegida, a pesar de que en la vista oral no ratificó la identificación que hizo del acusado y le cambió incluso de posición en la escena del crimen, sigue siendo la "prueba fundamental sobre la que pivotan el resto de los indicios" y añadió que la chica, que era menor cuando ocurrieron los hechos, "tiene miedo" y por eso está acogida a la figura legal de la protección de testigos. Pero aunque su declaración no fue contundente en la vista oral, la representante de la acusación pública sostiene que sí lo fueron las dos declaraciones que prestó en la fase de instrucción, donde afirmó que vio a dos personas de espaldas -una de ellas gruesa a la izquierda y otra más delgada, a la derecha- y cómo un brazo que sale del centro de ambas y apuñala a la víctima. La testigo, precisó la fiscal, identificó al acusado como el presunto agresor, el que está a la izquierda frente a la víctima y del que parte la puñalada, al ser diestro.

En el juicio, esta joven se mostró muy nerviosa y llegó incluso a cambiar la posición del acusado, situándole a la derecha, en una zona incompatible con que pudiera asestar la puñalada. "Si ustedes dan credibilidad a la versión de la testigo, el gordo no pudo apuñalar", dijo la fiscal, que recordó como la testigo dio incluso otro dato fundamental, al poner de manifiesto que el acusado "tenía un tatuaje en el brazo derecho y le escuchó decir 'corre Lear' [en alusión al menor de edad que se hallaba también en la botellona]", pero este joven no tiene ningún tatuaje y por tanto no es el agresor. La fiscal volvió a descartar la supuesta autoría de la puñalada de José Antonio M. S., otro joven del grupo de San Juan de Aznalfarache y al que culpa el acusado. Para el Ministerio Público también es vital el testimonio de otro testigo, Rubén B., que vio a Óscar Riquelme "abriendo y cerrando la navaja, al tiempo que se reía" tan sólo unos minutos antes del apuñalamiento, a pesar de que el procesado también lo niega.

La fiscal llegó a decir hasta en tres ocasiones que Óscar Riquelme "miente", en alusión a la posición del agresor y la víctima, cuando dijo que no cogió la navaja, y en tercer lugar, al relatar que ayudó a que el fallecido fuera introducido en un vehículo para trasladarlo. La Fiscalía criticó en este aspecto el "cinismo" del procesado, ya que "no hacía falta que dijera esa mentira" en su defensa, y reiteró que el acusado tiene derecho a mentir en su defensa y a manifestar que "los burros vuelan" si quiere.

La Fiscalía lamentó que el resto de los testigos no hayan sido tan claros, aspecto en el que recordó lo que representa una botellona en la que se produjo el crimen, donde hay "ruido, basura, navajas, botellas, cristales. Una locura, algo caótico, como dijeron los policías, pero esto es la vida real: aquella tarde se congregaron 4.000 jóvenes para ponerse hasta las cejas", y los testigos "son los que hay", añadió.

La acusación particular que ejerce la letrada Teresa Mira -que reclama 20 años por asesinato- señaló que el acusado " se escurre" de lo cargos "porque la ley se lo permite" y criticó los cambios de versión del acusado, que comparó con el caso del bailaor Farruquito. "No nos suena a Farruquito, vamos a echarle la culpa al menor y que se coma el marrón, que la pena es más bajita", aseveró.

El abogado de la defensa, Álvaro Pimentel, solicitó un veredicto de inocencia, al estimar que no se puede "condenar por rumores y suposiciones ya que ningún testigo ha visto a Óscar asestar el navajazo" y consideró que tanto la investigación policial como la instrucción están incompletas. Pimentel recordó que el principio de presunción de inocencia debe primar sobre cualquier otro derecho.

La madre del fallecido, Milagros Vargas, agradeció el esfuerzo de la fiscal y de la Policía antes de que haya veredicto y con independencia del mismo. La madre explicó que para ella, a diferencia de otras víctimas, "se ha hecho Justicia con independencia del resultado".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios