Al futuro se llega en siete minutos

Podría haber hecho perfectamente de guía de sus compañeros de promoción de Derecho, la de 1962-1967, que ayer celebraron sus bodas de oro con una misa en la Capilla de los Estudiantes, cogieron el Metrocentro en la parada del Alfonso XIII para visitar la nueva Facultad y después se dieron un merecido homenaje. Ana María Ruiz-Tagle fue la que antes conoció el edificio. "Yo nací aquí cuando era Fábrica de Tabacos. Mi padre era director de la Tabacalera. En la guerra estuvo en el bando republicano, vino hecho una piltrafa y sacó las oposiciones a Tabacalera. En la fábrica nacimos cuatro de los seis hermanos, dos en lo que después sería Derecho y dos en Filosofía. El mayor había nacido en Barcelona en plena guerra y otro en Cádiz".

Del 62 al 67. Prácticamente de un Kennedy a otro. En puertas del mayo francés. La misa la ofició Luis Gaysse, que recordó a los fallecidos: Vicente Rubio Rueda, Eduardo Campos Aparicio, Fernando Rollán Alonso, Alfonso del Vando, Manuel Ramón Alarcón, José Luis García Caro. Alguno de los presentes apuntó también el nombre de José Orozco Torres.

José María Lora Rodríguez, registrador de la Propiedad en Aoiz (Navarra), se refrescaba con un abanico. "Lo podíamos haber hecho en Bilbao", bromeaba Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andalucía entre 1979 y 1984. "En Bilbao tuve mi primer destino académico como catedrático", apuntaba Ángel López, presidente del Parlamento Andaluz entre 1986 y 1988. Adolfo Arenas, ex presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, recordaba cuando la capilla pertenecía a las Cigarreras y muchas mañanas acudía a rezarle a la Virgen de la Victoria para que enterneciera a Pelsmaeker, catedrático de Derecho Romano. "El problema es que yo no era el único que pasaba por la capilla".

Vidas plenas ante el Cristo de la Buena Muerte de Juan de Mesa, vidas que superaron las "felicidades pasajeras" -dinero, poder, placer- enumeradas por el sacerdote en su homilía. Reencuentro de las alumnas que hicieron el viaje de fin de curso a París. Sara Acuña y Pilar Borja terminaron dando clase en Jerez. Eloísa Rey, de Cantillana, nunca ejerció. "A los quince días de acabar la carrera me casé y empezaron a llegar los niños". La promoción de Gloria Rubio, presente, y su consuegra Amparo Rubiales.

Desde Orense llegó a Sevilla en 1962 Santiago Gómez-Reino Lecoq, destinado durante más de treinta años en Bruselas y testigo de excepción de la adhesión de España a la Unióbn Europea. Antonio Moreno Castaño, extremeño de Azuaga, bufete en la calle Camilo José Cela, agitaba los recuerdos. José Luis Ferrero Hormigo encarriló sus pasos hacia la notaría. Como José Luis García Villanueva, notario en Torralba de Calatrava (Ciudad Real), Berja, Guadix, Hospitalet de Llobregat y en la actualidad Almería.

Antonio Morillo ha vivido en diez sitios distintos. En Sevilla, sólo para estudiar la carrera. Extremeño de Castuera, fue delegado de Hacienda en Canarias y Castilla-León, ejerce la abogacía en Valencia y medio siglo después se reencontró con viejos amigos, jóvenes en capilla. Antonio Elías Pérez ha sido secretario de la Audiencia y Francisco Gómez-Bravo un cargo importante en Adif, las infraestructuras ferroviarias. Cogieron el minitren que les llevó del pasado al futuro en siete minutos.

Día lleno de emociones. Creyentes y agnósticos se reconocieron en las palabras del cura cuando dijo que la misericordia llega mucho más lejos que la venganza, la justicia que la injusticia.