El instituto que parece el Louvre
El I.E.S. José María Infantes, de Utrera, inauguró ayer la réplica de la Fuente de los Leones de la Alhambra, una de las obras realizadas por los propios alumnos que han convertido el centro en un verdadero museo
El de ayer, reconocía Vicente Ceballos Galván, director del I.E.S. José María Infantes de Utrera, fue "un gran día" para el centro. Tras varios años de duro trabajo, se inauguraba en su entrada la réplica de la fuente de los leones de la Alhambra, "la obra más compleja" de la que han realizado sus profesores y alumnos desde que en 2002 se iniciaran una serie de proyectos educativos encaminados, entre otros muchos objetivos, en convertir el instituto en un verdadero museo.
Y sin duda lo es. Los asistentes al acto, entre los que se contaban autoridades como la consejera de Educación, Teresa Jiménez Vilches, o el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez Morales, no tardaron mucho en advertir que El Pastorcito, como se le conoce en Utrera, no es un colegio más.
El techo del porche de entrada, por ejemplo, representa las cuevas de Altamira. El del hall estaba ocupado nada menos que por una versión de la Capilla Sixtina, que podía admirarse desde un espejo en el suelo. La escalera estaba adornada por con cerámica griega; en el primer piso, reproducciones de la Maja Desnuda de Goya o Las Tres Gracias de Rubens... "Es el vestíbulo de los desnudos, donde los alumnos aprenden a aceptar el cuerpo", explicaba Manuel Adolfo Jiménez Maqueda, coordinador del Proyecto de Innovación Educativa que ha tenido en el profesor de arte Juan Guerrero a su mayor artífice.
Porque, a través de este proyecto, los más de 400 alumnos de ESO no sólo se convierten en artistas, sino que se les induce "al desarrollo de múltiples roles para que puedan buscar capacidades y vocaciones": ya sea como pintores, escultores, guías bilingües, directores y productores de cortos... Todo gracias a un enfoque que fomenta la creatividad y a través de proyectos TIC como los del bilingüismo, la biblioteca o de informática con la que los propios alumnos han creado la página web del centro (www.iesjosemariainfantes.com).
Ello ha requerido, como apuntaba el director, el esfuerzo suplementario de los profesores. Y de los alumnos que, según añadía el coordinador del proyecto, se han ido sumando poco a poco al proyecto "hasta entrar de lleno. Al principio había ocho voluntarios para el programa de guías y ahora hay 80 y lista de espera".
Algunas de las obras, como el mosaico de Alejandro Magno que tras cuatro años de ejecución se espera terminar en junio, son tan duraderas que han tenido que ser "heredadas" por otras generaciones de alumnos. "Aunque los ha habido que venían por la tarde para terminarlas".
En el recorrido de ayer, Laura y Candela explicaban en francés El nacimiento de Venus, de Boticcelli. José, en español, Las Tres Gracias de Rubens, y los alumnos de Primero -Sergio, Rafa, Elena, Marisa...- el arte funerario egipcio o el jeroglífico de Sinuhé. Eso sí, en inglés, ante la expectante mirada de sus profesoras de Escocia y EEUU.
No es que sea todo jauja. Los alumnos del centro, de muy diversa procedencia social, "son como los de cualquier otro". Existe fracaso escolar e incluso un bajo porcentaje de absentismo. Pero al menos, "sienten el centro como suyo y quieren venir". dice el jefe de estudios, Manuel Ángel Pérez.
Eso lo demuestran Antonio, Jorge y Ulises, que han colaborado en la construcción de la fuente y que aseguran que "éste es el instituto más bonito de Andalucía". A ellos les coge tarde la posibilidad de estudiar el Bachillerato de Arte, que comenzará el próximo curso. Aunque no importa. "Ya somos artistas", aseguran.
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