"En 40 años jamás había trabajado en un ambiente más propio de la mafia"
El director gerente de Mercasevilla muestra su indignación y denuncia que fue grabado sin su consentimiento
A la defensiva con vehemencia. Muy crítico con la hegemonía del gremio de los pescaderos en Mercasevilla. Y especialmente herido por haber sido grabado en una reunión celebrada en su despacho a las once de la mañana del 14 de octubre. El director gerente de Mercasevilla, el catalán Jordi Maymó, reaccionó ayer con especial dureza a las acusaciones de los mayoristas de pescado sobre su intervención para que falsearan el precio del traspaso de un puesto de venta y abarataran así el canon del 30% que han de pagar a la empresa pública en función del reglamento vigente. Maymó, que pasó ayer una de sus tardes más tensas desde que accedió al cargo el pasado mayo, centró su defensa en su desconocimiento absoluto de que su intervención estaba siendo recogida en soporte digital cuando se tramitaba la operación entre industriales de Mercasevilla: "Me han grabado sin que yo diera mi consentimiento. ¡Qué voy a decir después de lo que me han hecho! No estoy dispuesto a decir nada porque contribuiría a hacerme eco de las prácticas que se han cometido contra mí".
Pero, acto seguido, Maymó rompió en un rosario de adjetivos para calificar la situación: "Esto es inaceptable, un descaro, una desfachatez. Jamás me había ocurrido algo similar. ¡Estoy indignado! Que haya profesionales de la abogacía que se dediquen a estas prácticas es una vergüenza absoluta". Aludió así al abogado interno de los mayoristas del pescado, que según Maymó fue quien introdujo en la reunión del 14 de octubre el soporte tecnológico necesario para grabar las conversaciones. "Publíquelo así, por favor, que se sepa con claridad que fue él quien ha grabado la reunión. Por supuesto, esta persona tiene cerradas las puertas de mi despacho de ahora en adelante. No puedo aceptarle como interlocutor de ningún gremio después de su comportamiento. Tengo 60 años y en 40 años de profesión jamás he trabajado en un clima como éste, con prácticas más propias de países con mafias, de lugares donde actúa el crimen organizado. Yo, de verdad, pensaba que estas cosas no ocurrían aquí".
Sobre sus orientaciones para que el precio del traspaso del puesto fuera falseado -una práctica de la que teóricamente podrían pedirle cuenta los accionistas al poderse deducir un perjuicio societario- Maymó respondió rotundo: "No he inducido a nadie a cometer ningún delito. Mi obligación como director gerente es la de negociar. Lo he hecho, lo hago y lo haré siempre. No me arrepiento de nada. Mi obligación es que Mercasevilla funcione, que los industriales actúen, que comercialicen, que haya actividad. Y, sobre todo, que el cuerpo general de industriales no esté dominado por un único gremio".
De esta forma salió al paso de una acusación concreta del gremio de mayoristas del pescado, que denuncian que Maymó sigue una estrategia encaminada a debilitarles pese a ser el colectivo de profesionales que "más contribuyen al mantenimiento del mercado", según expresan fuentes autorizadas.
Maymó, que dirigió durante dos décadas el mercado de Barcelona, dio por zanjadas sus declaraciones sobre este asunto con un aviso público a todos los gremios de Mercasevilla: "El canon hay que pagarlo en caso de traspasos de los puestos. Actuaremos judicialmente contra quien se niegue a abonarlo. Que quede muy claro a todo el mundo".
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