La Audiencia de Sevilla dejó ayer visto para sentencia el juicio contra un joven de 23 años acusado de violar y matar a su vecina de 78 años tras consumir numerosas drogas en una fiesta, después de que el imputado asegurara que no recuerda nada hasta que se despertó al día siguiente manchado de sangre. En el juicio que ha celebrado la Sección Primera de la Audiencia, la Fiscalía ha mantenido su petición de 34 años y medio de cárcel para Borja B. O. por delitos de asesinato, violación y allanamiento de morada, así como el pago de 90.000 euros a una hermana de la fallecida.

La defensa ha admitido un único delito de homicidio con la eximente incompleta de trastorno mental y arrepentimiento espontáneo, por lo que aceptaría tres años de cárcel. El acusado ha dicho a los jueces que en la noche del 6 de junio de 2010 consumió abundante alcohol y diferentes tipos de drogas de síntesis en una fiesta juvenil en el Estadio Olímpico de Sevilla, por lo que no recuerda nada de lo sucedido hasta que al día siguiente se despertó en su cama y se vio manchado de sangre. Entonces avisó a su padre y a un amigo, a quienes dijo que "tenía la sensación de que había ocurrido algo grave".

En su derecho a la última palabra, Borja pidió disculpas a la familia de la fallecida y aseguró que su máxima condena es no poder recordar lo sucedido. El joven está acusado de abordar a su vecina I.G.L., de 78 años, a la que se encontró en la escalera de su bloque en el Parque Alcosa, tras lo cual la introdujo a la fuerza en su vivienda y la violó dos veces.