Sevilla

Un juzgado investiga una estafa inmobiliaria junto a la Barqueta

  • Un promotor de La Rinconada está imputado por apropiarse de las reservas que los afectados les entregaron · Al menos firmó dos contratos sin tener el derecho sobre la parcela · No se descarta que haya más afectados

El juzgado de Instrucción 19 de Sevilla ha citado a declarar como imputado a un promotor inmobiliario en relación con una presunta estafa en una manzana de la Barqueta, después de que firmara dos contratos de reserva sin tener derecho alguno sobre la parcela y se apropiara supuestamente de los 9.000 euros que los afectados le entregaron en concepto de señal. La manzana en cuestión es la ubicada entre las calles Resolana, Puerta de la Barqueta, Vib Arragel y Torneo, que en el año 2007 acaparó la atención de los medios de comunicación locales tras ser ocupada por una colonia de ciudadanos rumanos.

La presunta estafa se remonta a octubre de 2011, cuando una intermediaria, Manuela B., esposa del arquitecto Carlos R. D., que diseñó el proyecto para construir una cooperativa de viviendas en esta manzana, ofreció a los denunciantes una serie de contratos para la compra de alguno de los pisos. Uno de ellos se interesó por una vivienda en el ático y, el 14 de octubre, entregó al promotor una señal de 3.000 euros, formalizando así un contrato de reserva para la futura escritura de la vivienda. El imputado es José Ramón O. G., dueño de una empresa de inmobiliaria con sede en La Rinconada.

Los otros dos denunciantes, un matrimonio, se interesaron por otros dos pisos y entregaron al imputado 6.000 euros por el mismo concepto. Según consta en la denuncia presentada por la abogada de los afectados, Mónica García Rossell, antes de firmar los contratos la esposa del arquitecto (que era amiga de los denunciantes y que ejercía de intermediaria) les insistió en que "la empresa era de completa confianza, que el proyecto era completamente viable y estaba en vías de inicio, por lo que se establecía un plazo de inicio de las obras no superior a tres meses desde la firma de las reservas". El promotor se comprometía además a devolver las cantidades entregadas a finales de diciembre e incluso les indicó a los compradores que "existía un aval en garantía, tal y como exige la ley, en una sucursal del Banco de Santander".

A finales de 2011, uno de los afectados, al ver que no comenzaba la obra, solicitó la devolución de la cantidad entregada y la intermediaria le indicó que debía esperar hasta marzo, "pues habían obtenido permiso de la propiedad del terreno por tres meses más para seguir comercializando las viviendas". A mitad de febrero de 2012, este comprador volvió a ponerse en contacto con la intermediaria, que le indicó que le pediría el dinero al promotor para devolvérselo a aquél. Tras varias llamadas, esta mujer se desentendió del caso y se limitó a facilitarle el teléfono del promotor. "Pese a las continuas llamadas e insistencias, hasta la fecha no ha habido devolución de la cantidad aportada a pesar de que el denunciado promete haber firmado una transferencia en la entidad bancaria antes señalada", asevera la denuncia.

"Después de realizar todas las gestiones amistosas con la intermediaria, sin resultado, este denunciante se pone en contacto con el resto de adquirientes de la promoción y cuál es su sorpresa cuando le comentan que hasta ese día (mediados de marzo) tenían la certeza de que la promoción seguía adelante sin problemas, como les había informado recientemente la intermediaria", continúa el relato de los hechos presentado ante el juzgado.

Esto llevó al comprador a localizar a una de las propietarias del terreno y "la indignación va en aumento cuando la misma les indica que el contrato por el que el suelo le era transmitido a la promotora no se encuentra en vigor desde septiembre de 2011", es decir, un mes antes de que firmara el contrato de reserva del ático y entregara los 3.000 euros de señal. La propietaria del suelo le aseguró al denunciante que el promotor había incumplido el contrato al no pagar en los plazos establecidos y, por tanto, éste era nulo.

El siguiente paso que dieron los estafados fue el de ponerse en contacto con el director de la sucursal bancaria donde estaba ordenada la transferencia de devolución de cantidades entregadas y se encontraba el aval de garantía. "Es entonces cuando se encuentran otra sorpresa más: dicho aval nunca ha existido y la transferencia de las cantidades está firmada por el promotor pero sin fondos para poder efectuarla, en un intento de engañar al director de la sucursal y a los interesados. Además de todo ello, el director de la entidad confirma que había mantenido una reunión con el promotor y el arquitecto del proyecto y que nunca había elaborado ni facilitado en nombre del banco aval alguna, algo que la intermediaria debería saber al ser la esposa del arquitecto", recalca la denuncia.

Como último recurso, los compradores se personaron en la sede de la inmobiliaria para hablar con el imputado, pero esta oficina estaba cerrada al público y no se atendían las llamadas telefónicas. En principio este promotor está citado el próximo mes de septiembre como imputado, después de que ya declararan ante el juez los denunciantes. No se descarta que puedan aparecer más víctimas de esta presunta estafa.

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