La falta de lluvias retrasa y reduce el riesgo de alergias para este año

La escasez de lluvias durante los últimos meses retrasará, en gran medida los problemas de las alergias al polen, según las previsiones de especialistas en aerobiología y alergología para este año, al menos, de momento. En los últimos días, el polen del ciprés ha registrado una concentración alta en la atmósfera en Sevilla, con alrededor de 15 granos de este polen por cada metro cúbico de aire, según las últimas mediciones realizadas por el equipo de alergólogos del Hospital Macarena.

Que los alérgicos sufran mucho o poco depende fundamentalmente de las precipitaciones que se registren durante los meses de otoño e invierno. Y atendiendo a esa premisa este año parece que será bastante bueno para los que sufren los efectos de la concentraciones de polen.

Los últimos meses han sido secos, lo que ha frenado el desarrollo de la vegetación herbácea, al menos, hasta la fecha. Algunas de estas especies como las gramíneas, la parietaria, el platango, los chenopodios y otros tipos de malas hierbas suelen ser causa de problemas para los alérgicos. En el caso de que durante las próximas semanas la climatología destaque por la ausencia de lluvias o incluso por precipitaciones escasas, las perspectivas para los alérgicos serán buenas esta primavera ya que el crecimiento de las especies herbáceas depende, en gran medida, del agua que caiga.

De momento, la aparición de este tipo de vegetación herbácea se ha retrasado mucho, según explica María del Mar Trigo, profesora de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga (UMA). Sin embargo, que llueva o no de aquí a primavera no le va a afectar mucho a las plantas leñosas como el olivo, el ciprés o el plátano de sombra, que tienen más resistencia frente a la sequía y el número de ejemplares no se incrementa con la lluvias, como sucede con las hierbas.

Si la situación se mantiene en la línea actual, la profesora de la UMA asegura que para las próximas semanas se espera que se incremente de manera notable los niveles del ciprés, que este año llega un poco retrasado por las bajas temperaturas que se han registrado en lo que va de año y que han paralizado momentáneamente la floración de las especies invernales.

Según el calendario polínico, tras la concentración del polen del ciprés, más adelante, concretamente en marzo llegará otra especie que suele provocar alergias en Sevilla, el plátano de sombra, una especie muy presente en los jardines de la ciudad desde hace años. Abril suele ser el mes de la floración del pino y el comienzo del olivo, otra especie que suele generar problemas a los alérgicos sevillanos. Las concentraciones del polen del olivo suelen mantenerse hasta junio, hasta que comienza el calor. En cualquier caso, la profesora Trigo recuerda que "habrá que ver cómo se van desarrollando los acontecimientos meteorológicos", ya que parámetros como lluvia y temperaturas influyen en gran medida en las concentraciones del polen.