Día del Trabajador

Manifestación del Primero de Mayo en Sevilla: Más guiris que trabajadores

Manifestación del 1 de Mayo en Sevilla / José Ángel García

Primero de Mayo en Sevilla. Último día de un puente festivo de tres jornadas y con resaca de la Feria de Abril. La manifestación convocada por UGT y CCOO parte de la Puerta de Jerez. Recorre toda la Avenida de la Constitución hasta acabar en la Plaza Nueva. La hora de salida está fijada a las 11:00, aunque su arranque se retrasa 15 minutos. Los sindicalistas atienden a los medios de comunicación en un enclave donde hay más turistas que participantes en la marcha (unos 1.200, según la Policía Nacional), circunstancia que se contempla en todo el recorrido. Síntoma de los nuevos tiempos en los que impera esta actividad y en los que también esta fecha reinvidicativa ha perdido fuerza entre los trabajadores. 

La pancarta que abre la manifestación incluye el lema elegido en un año marcado, de nuevo, por la inflación en el coste de los productos y servicios: "Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios". Las mismas palabras que emplea Carlos Aristu, secretario general de CCOO en Sevilla, cuando se dirige a la clase política para exigir mejoras para los trabajadores. 

Aristu advierte que "este país está padeciendo un conflicto de renta. Un escándalo". "Los trabajadores sufrimos la inflación, mientras que las empresas multiplican sus resultados por diez", asegura el representante sindical, que abunda en la dificultad que padecen muchos empleados para "llegar a final de mes". 

La falta de convenios colectivos

La pancarta que ha abierto este año la manifestación del Primero de Mayo en Sevilla. La pancarta que ha abierto este año la manifestación del Primero de Mayo en Sevilla.

La pancarta que ha abierto este año la manifestación del Primero de Mayo en Sevilla. / José Ángel García

El secretario general de CCOO aporta un dato sobre el amplio margen de mejora laboral que aún padece la provincia sevillana. En estos momentos existen 80.000 personas sin convenio colectivo, puesto que no se ha logrado un acuerdo con las patronales de nueve sectores productivos ("algunos de ellos esenciales"), a los que hay que sumar los que no existen en determinadas empresas. "No han querido constituir una mesa de diálogo", añade Aristu.

Por su parte, Juan Bautista Ginés, secretario general de UGT en Sevilla, incide en otra cifra: los 1.049 interinos de la Junta de Andalucía que carecen de estabilidad. Una situación que "choca" con las políticas europeas en materia de trabajo, que apuestan desde hace años por consolidar los empleos.

Ginés, aunque agradece al Gobierno central lo realizado hasta ahora en materia laboral, alerta de que no es suficiente. "Hay que seguir adelante", asevera. En este sentido, subraya que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) ha permitido "garantizar la salud y la vida, pero no vivir dignamente". 

Más viviendas públicas

Ambos representantes sindicales también inciden en la necesidad de desarrollar políticas que proporcionen viviendas públicas, ahora que se ha aprobado recientemente la ley sobre esta actividad. Piden a los candidatos a los próximos comicios locales que "tengan en cuenta a las personas" y que fomenten las VPO para que los trabajadores puedan residir en un hogar digno y acorde a sus salarios. No pasan por alto la necesidad de acabar con las cifras de siniestrad laboral que registra Andalucía. 

En la manifestación también particpan el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, y el que ocupa dicho cargo a nivel provincial, Francisco Javier Fernández. Espadas insta al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, "a convertir ese buenismo del que tanto presume en resultados para los trabajadores". En este punto, hace hincapié en la necesidad de mantener el diálogo social para conseguir avances en empleo. Para ello, pone de ejemplo lo logrado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez a nivel estatal, con acuerdos sobre "pensiones, salarios mínimos y en el sector de los autónomos". También advierte de la situación a la que se enfrentan este mes 11.000 trabajadores de la sanidad pública andaluza a los que se les acaba el contrato sin que haya, por ahora, una solución por parte de la Administración regional. 

Más asistentes en la de Córdoba

Numerosos turistas contemplan la manifestación desde los veladores de la Avenida de la Constitución. Numerosos turistas contemplan la manifestación desde los veladores de la Avenida de la Constitución.

Numerosos turistas contemplan la manifestación desde los veladores de la Avenida de la Constitución. / José Ángel García

La manifestación de este Primero de Mayo comienza en la Puerta de Jerez pasadas las once de la mañana, con una temperatura bastante agradable si se compara con las registradas días anteriores. El cielo, a esa hora, está nublado y el sol aparece una vez que la cabecera de la marcha llega al Archivo de Indias. Los integrantes de la marcha sólo ocupan la zona central de la Avenida, en el sector comprendido entre ambos puntos: la Puerta de Jerez y el Archivo de Indias. Una participación bastante exigua si se compara con la de décadas anteriores, en la que esta convocatoria era cita obligada para los miles de afiliados a ambas centrales sindicales. Según datos facilitado por la Policía Nacional, han asistido 1.200 personas, por debajo de las 1.500 registradas en Córdoba

La comitiva de la movilización se divide en tres grupos, cada uno encabezado con una pancarta distinta. La primera, la de UGT y CCOO, con sus representantes sindicales a la cabeza y con el lema mencionado. Detrás de ellos se sitúan los líderes socialistas referidos. Una segunda pancarta la protagoniza IU y la última, Juventudes Comunistas.

Viejas proclamas, megáfonos y canciones que dan un aire festivo a una movilización reivindicativa, que contemplan en su discurrir centenares de turistas, algunos con cara de sorpresa y otros que, con total indiferencia, siguen tomando su brunch en los numerosos establecimientos franquiciados de esta arteria principal de la ciudad. Otros tantos se topan con las banderolas sindicalistas al salir de los inumerables pisos turísiticos que pueblan la zona, sin saber muy bien si se trata de otro acto propio de la primavera sevillana. Todos ello con ropa veraniega -pantalón corto y chanclas- como si la manifestación discurriera por la primera línea de una playa. Hasta el Primero de Mayo resulta extraño en el centro histórico de la ciudad. 

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