Las obras del vallado de la ampliación de la Zona Franca de Sevilla, necesarias para que este espacio empiece a funcionar como tal, han comenzado por fin, nueve meses después de su adjudicación, según han confirmado este jueves fuentes dedicho recinto fiscal.

Los trabajos consisten en la implancación de un sistema tecnológico muy innovador que permite fortificar mediante sensores el perímetro de la superficie del Polígono Astilleros que se adhiere a la Zona Franca. El contrato por el que se adjudicó ascendió a 100.000 euros y los trabajos se prolongarán ahora durante cinco meses, por lo que la ampliación será una realidad ya en 2022.

En concreto, el suministro consiste en instalar un sistema de seguridad para controlar los accesos no deseados y la gestión de amenazas mediante la detección de cualquiera intrusión en una fase temprana, para poder reaccionar con la suficiente antelación. La solución se realizará sobre muro de obra ya existente, en vallado metálico o mediante sistema de sujeción de sensores, lo que abarata considerablemente el cierre hasta cinco veces.

El Centro de Control de Seguridad de Zona Franca de Sevilla será el encargado de recibir y registrar los avisos y alarmas provenientes del sistema de detección perimetral.  Este vanguardista sistema de vallado perimetral, imprescindible para el control aduanero,  supone en sí mismo una innovación tecnológica, basada en detectores láser de conducción inteligente de vehículos sin conductor.

Tras este nuevo paso la Zona Franca de Sevilla contará con un total de 1,2 millones de metros cuadrados, sumando 45 hectáreas más a las 77 que ya existían.