Puerto de Sevilla

Un sistema tecnológico rebaja por cinco el coste de vallar la nueva Zona Franca

  • La fortificación del recinto ampliado mediante tecnología punta saldrá a licitación este mes tras pasar el trámite de la Autoridad Portuaria

Visita al control de seguridad de la Zona Franca.

Visita al control de seguridad de la Zona Franca. / Victor Rodríguez

La ampliación de la Zona Franca de Sevilla, que se convierte en la de mayor extensión de España, está autorizada desde hace meses y será una realidad en los planos cuando se acometa el vallado del nuevo recinto, que incluye el polígono Astilleros. Esta intervención consistiría en la construcción de un cerramiento perimetral de nueva planta, así como la adecuación de los existentes en Torrecuéllar y los viales de acceso y cajón de maniobras de vehículos. Trabajos presupuestados en más de medio millón de euros, en concreto 539.202,15 euros, según el proyecto planteado por el Puerto de Sevilla.

El elevado coste impulsó al delegado especial para la Zona Franca a buscar alternativas tecnológicas que permitan dar solución más económica, pues actualmente el nuevo perímetro está bien delimitado y sólo sería necesario un sistema que permitiera prevenir y detectar posibles intrusiones en el recinto por parte del personal de seguridad. Para el consorcio es lo realmente importante, pues hay otras actuaciones previstas en viales y canalizaciones que se podrían ir acometiendo de forma paulatina.

Por tanto, desde la Zona Franca se ha buscado una solución tecnológica que refuerce los sistemas ya existentes. El recinto cuenta con una caseta de control de acceso con todos los elementos informáticos necesarios para el cumplimiento de las funciones de control fiscal, así como con cámaras perimetrales y otras infraestructuras, incluido vallado, y personal de seguridad contratado. El objetivo es poder reutiilizar las infraestructuras existentes, como el muro de obra ya existente en todo el perímetro salvo en un tramo que es metálico. Y hay una solución tecnológica en el mercado denominada LIDAR.

Esta tecnología se aplica mediante sensores que emiten rayos láser infrarrojos, una lente que recoja los haces de luz cuando rebotan y un chip o sistema que procese todos esos datos hasta construir un mapa en 3D o 2D de la escena que hay delante del sensor, detectando al intruso y dando las órdenes adecuadas de actuación. Y el coste de su implantación sería mucho menor del previsto: la solución propuesta para fortificar la Zona Franca de Sevilla se puede encontrar en el mercado, instalada y certificada, en unos 100.000 euros, conectada con el sistema de seguridad actualmente existente, lo que supone cinco veces menos del dinero presupuestado.

Monteseirín ya presentó esta propuesta el pasado 3 de septiembre en el pleno de la Zona Franca que presidió el alcalde y a a licitarla como delegado en este mismo mes, en cuanto la obra pase la tramitación reglamentaria de la Autoridad Portuaria.

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