"Mil euros le doy al periodista que encuentre una foto de mí en Ibiza". José Ángel Prenda, el Prenda, considerado como el cabecilla de la Manada, no pudo aguantarse ayer encararse con los periodistas que aguardaban su comparecencia en los juzgados de Sevilla. Lo había conseguido en sus idas anteriores para cumplir con la orden de la Audiencia de Navarra de presentarse ante el juez una vez que se decretó su libertad provisional y la de los otros miembros del grupo. Hasta ayer había estado discreto, había casi ignorado los micrófonos y las cámaras y las carreras y algún que otro empujón a su alrededor. Alguna sonrisa, alguna mirada y algún comentario para revelar que acudía "tranquilo" al Juzgado.

Ayer no. Ayer habló. Y lo hizo para criticar a los periodistas. Una jornada más había aglomeración de medios a la entrada del edificio de los Juzgados de Sevilla para atender la llegada de Antonio Manuel Guerrero, Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza, todos con semblante serio y ocultando sus ojos bajo gafas oscuras. Ha sido el primero de ellos, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, quien ha generado mayor expectación entre los periodistas debido a su vista de mañana a las 14.00 horas en la Audiencia de Sevilla, desde donde comparecerá a través de videoconferencia ante la Audiencia Provincial de Navarra por la incidencia de la renovación de su pasaporte.

Ninguno de ellos ha dicho nada a los periodistas. Excepto el Prenda, que ha lanzado su reto: "Le doy mil euros al periodista que encuentre una foto de mí en Ibiza". El joven, sin ocultar su enfado, ha espetado a los reporteros que "lo peor de todo esto no es que sea mentira, sino que la gente se lo cree. Ustedes cada vez que habláis mentís, es una pasada vamos".