La ex presidenta de Unidad Ángeles Nevado volvió ayer a declarar como imputada en el juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, donde negó haber dado instrucciones a la empresa Copyur para la realización de "facturas falsas, ilegales o irregulares" que sirviera a la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos como justificación para presentarlas en la Diputación y el Ayuntamiento.

Ángeles Nevado, que compareció a petición de la Fiscalía después de que los peritos judiciales ratificaran la existencia de nuevas facturas falsas en la contabilidad de Unidad, afirmó que no conoce a nadie de Copyur ni ha hablado con nadie de esta empresa, por lo que "no ha podido dar órdenes o instrucciones a esta empresa". Nevado precisó que iba pocas veces por la sede de Unidad y añadió que eran los trabajadores y educadores los que adquirían los productos de Copyur y llevaban la correspondiente documentación.

La ex presidenta de Unidad aseguró, de otro lado, que una trabajadora social que es hermana del ex director general de Mercasevilla e imputado en las causas por las presuntas irregularidades en esta empresa pública mixta era la que le daba "traslado de los documentos contables para que ella los firmara".

Ante el juez Manuel Centeno también compareció la ex trabajadora de Unidad Josefa P. F., que negó igualmente haber indicado u ordenado a la empresa Copyur que realizara "facturas falsas, irreales o ilegales" para poder presentarlas en organismos públicos para justificar el pago de subvenciones. La ex responsable de la contabilidad de Unidad explicó que siempre hablaba con la trabajadora de Copyur María del Carmen M. N., también imputada, pero negó que le pidiera que pusiera un 10% más en las facturas o un IVA de más, y aseguró que en su función se limitaba a comprobar únicamente los pagos, sin fijarse en los conceptos o en la numeración, aunque reconoció que puede ser que sus peticiones de facturas a Copyur "hicieran que se volvieran locos" los empleados de esta empresa.

La trabajadora de Copyur María del Carmen M. N. admitió "irregularidades" en la contabilidad de los años 2002 y 2003, porque los productos vendidos se pagaban por caja, siendo contabilizados, y al realizar las facturas se tenían que hacer de tal manera que no fueran contabilizadas nuevamente, porque entonces la empresa tenía que pagar impuestos dos veces en lugar de uno, y por eso se usaban número de facturas ya existentes.