El presunto asesino pidió perdón por descuartizar el cuerpo en una declaración que hizo por escrito

Antonio Gordillo Sala, presunto asesino de Laura Cerna Baird, redactó de su puño y letra una declaración en la que se mostraba arrepentido y pedía perdón a la familia de la víctima por haber descuartizado el cuerpo y arrojarlo al río Guadalquivir, aunque sin confesar la autoría del crimen.

La declaración escrita fue realizada por Antonio Gordillo con motivo del registro practicado en su vivienda, donde la Policía Científica halló muchos restos de sangre. Cuando se practicaba esa prueba, el joven pidió al secretario del juzgado de Instrucción número 18 papel y bolígrafo para redactar una declaración, en la que seguía manteniendo que la profesora de inglés se degolló a sí misma y que, a continuación, él se puso nervioso y decidió deshacerse del cadáver, que descuartizó porque no le cabía en la maleta que arrojó al Guadalquivir. Según fuentes del caso, esa primera confesión está plagada de muestras de arrepentimiento y pide en numerosas ocasiones perdón por haber actuado de esa forma con el cadáver.

Además de esa declaración escrita, Antonio Gordillo ha hecho otras dos declaraciones, ante la Policía y el juez instructor, en las que ha seguido manteniendo que es inocente del crimen y que su implicación consiste únicamente en ocultar lo ocurrido, aunque ha ido introduciendo diversos matices respecto a su conducta.

El juez ha citado hoy al presunto asesino a una vista que prevé la ley del jurado para concretar la imputación. Los abogados Marcos Cañadas y José Estanislao López, que ejercen la acusación particular en representación del marido y los padres de Laura, respectivamente, le imputarán sendos delitos de asesinato y profanación de cadáveres.