Le roban 4.700 euros tras pasar la noche con una prostituta

La víctima quiso llevar a la meretriz a un hotel y ésta llamó a su novio, que lo llevó a un solar.

Fernando Pérez Ávila

06 de agosto 2014 - 05:03

El protagonista de la última intervención de la Policía Nacional en Sevilla, de 63 años, entró en un club de alterne del polígono Calonge a la una de la madrugada. Contrató los servicios de una prostituta rumana y con ella estuvo cinco horas en una habitación. A las seis, la mujer le dijo que era la hora de cierre del local, pero el hombre quiso seguir. Le dijo que la llevaba a un hotel. Iba a pedir un taxi cuando ella, que le había visto antes pagar con un billete de 500 euros, le dijo que no hacía falta, que conocía a una persona que los llevaría al hotel sin cobrarles nada. A quien llamó en realidad fue a su novio, también rumano.

Ni el cliente ni la meretriz llegaron nunca a ningún hotel. El novio de la prostituta los montó en su coche y condujo hasta un descampado, donde desplumaron al cliente. Le rociaron el rostro con un spray de pimienta y le propinaron varios golpes para impedir que se defendiera. Le quitaron el teléfono móvil y la cartera con toda su documentación y con 4.700 euros en efectivo. Luego se marcharon dejándolo abandonado en el descampado.

El hombre volvió a pie al burdel, en un camino que tardó dos horas en hacer. Allí, con la cara ensangrentada y el cuerpo lleno de arañazos, llamó a la puerta y le atendió el gerente del mismo, al que relató todo lo ocurrido. El responsable del negocio lo escuchó, lo atendió y lo llevó en su coche hasta la comisaría de la Policía Nacional más cercana, donde presentó una denuncia por la agresión y el robo. El gerente explicó al agente que lo atendió que la prostituta llevaba poco tiempo trabajando para ellos.

La denuncia fue asignada al grupo 3 de la Ucrif de la Brigada de Extranjería. En menos de 24 horas, la Policía había identificado a la prostituta y a su compañero sentimental. Sólo quedaba ya localizarles y detenerles. Los agentes tuvieron conocimiento de una serie de domicilios en los que podían estar quedándose y montaron varias vigilancias sobre los mismos. Cuatro días después del robo, la Policía los detuvo cuando se disponían a pasar la noche en una de estas casas. Los agentes lograron recuperar 500 euros de los sustraídos.

Los dos detenidos han ingresado en prisión preventiva y se le imputa un robo con violencia . La mujer, de 35 años, tiene una detención anterior por malos tratos en el ámbito familiar. El novio, de 39, tiene tres antecedentes: uno por amenazas y dos por vulnerar la ley de Extranjería.

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