El canadiense Denys Arcand cierra su trilogía sobre la deriva moral y ética de Occidente tras la crisis económica con 'La caída del Imperio Americano', mientras que Disney sigue desempolvando la iconografía más popular de su catálogo con la nueva versión digital de 'Dumbo' que ha dirigido Tim Burton. Mizoguchi sigue en el Cicus durante el mes de abril y en Movistar + ya puede verse la cinematográfica y goyesca segunda y última temporada de 'Gigantes'.
Estrenos de cartelera
Más de 30 años han pasado desde que el cineasta canadiense Denys Arcand irrumpiera en los festivales y circuitos de cine de autor con la primera entrega de su trilogía sobre la debacle moral de Occidente, El declive el Imperio Americano (1986), retrato satírico de los usos, costumbres y derivas de la sociedad capitalista observados desde su particular sensibilidad intelectual. Algo más amarga se mostraba Las invasiones bárbaras (2003), en la que la muerte llamaba a las puertas de un profesor necesitado de poner orden en su vida, sus recuerdos y afectos perdidos.
Pasada la crisis económica e instalados en los preámbulos de una nueva forma de barbarie, La caída del Imperio Americano cierra capítulo sobre la degradación ética de nuestro tiempo poniendo de nuevo a un personaje común ante la tesitura del crimen y la corrupción, adoptando además un cierto aire de género que, tratándose de Arcand, es un pretexto para hablar de las máscaras del poder y la necesidad de reconquistar la inteligencia frente a la idiotez generalizada.
No parece precisamente ese el propósito del reboot en carne digital de Dumbo que nos trae ahora Disney de la mano de un Tim Burton cada vez más infantilizado en su declinante carrera como autor en el Hollywood franquiciado.
El cine español sigue apostando por la comedia como tabla de salvación: ¿Qué te juegas?, de Inés de León, y ¡Ay, mi madre!, de Frank Ariza, no se confundan con los títulos, tiran de rostros femeninos conocidos (Leticia Dolera, Amaia Salamanca o Paz Vega) y de enredos urbanos para arrancar carcajadas de reconocimiento de la mediocridad televisiva.
Más estimulante parece Boi, el debut de Jorge M. Fontana, un thriller urbano con elementos del cine de acción asiático en una Barcelona de diseño.
También se estrena la cinta francesa Las invisibles, de Louis Petit, una comedia de tinte social ambientada en un centro de acogida de mujeres sin hogar.
La (otra) película de la semana
Toda una generación creció viendo las pequeñas y didácticas aventuras de Pippi Calzaslargas en la televisión, sin saber que detrás de aquel personaje estaba la pluma de Astrid Lindgren (1907-2002), longeva escritora sueca a la que la enfermedad de su hijo alentó a crear a la joven heroína protofeminista, pecosa y con coletas pelirrojas. Conociendo a Astrid nos acerca ahora en clave biopic a la asendereada vida de Lindgren y al nacimiento de su memorable personaje.
Otras pantallas
Aún restan cuatro jornadas para la clausura de ‘Andalesgai’, el Festival Internacional de cine LGTB de Andalucía que se celebra en Cinesur-Nervión hasta el domingo 31 de marzo, y aún están a tiempo de ver títulos como Un couteau dans le coeur, de Yann Gonzalez, Retablo, de Álvaro Delgado, Rafiki, del keniano Wanuri Kahiu o el maratón de cortometrajes del sábado 30 (17:00h.).
El ciclo que Cicus y Filmoteca dedican a Kenji Mizoguchi se prolonga todo el mes de abril: el próximo lunes 1 (20:00h., entrada libre) le toca el turno a la no menos extraordinaria La calle de la vergüenza (1956). El ciclo ‘Cine y Mujer’ del Cineclub Cajasol proyecta Flores de otro mundo (1999), el segundo largometraje de Icíar Bollaín, mañana viernes 29 a las 20:00h.
En la Fundación Tres Culturas, el ciclo ‘Cine con alma’ arranca con la cinta brasileña Como nuestros padres (2017), de Laís Bosdanzky.
Cine en plataformas
Con una industria del cine cada vez más estrechada por el embudo del éxito inmediato y los géneros de peaje obligado, cineastas clasicotes y tozudos como Enrique Urbizu tienen cada vez más dificultades para desarrollar sus proyectos, incluso después de haber ganado un Goya (No habrá paz para los malvados, en 2011).
Es por eso que sólo puede saludarse con entusiasmo un trabajo televisivo como Gigantes (Movistar +), cuya segunda y definitiva temporada hemos devorado como esa goyesca imagen de Saturno devorando a sus hijos que sobrevuela esta apasionante y violenta historia de tres hermanos intentando escapar de su destino trágico entre los salones de la alta política y las galerías de arte, las carreteras secundarias de una España fronteriza y las calles de un Madrid multicultural convertido en un infierno. Urbizu no rebaja ni un ápice su gusto por los ambientes, texturas y encuadres cinematográficos, acelera o ralentiza la acción sin temor a rezagados o impacientes, abre caminos divergentes e impregna de una negrísima iconografía de la barbarie unos desastres de la guerra fratricida que hablan del aquí y ahora, de la corrupción y el hijoputismo generalizado, sin perder de vista esa vieja nación cainita y vengativa que no asume fácilmente las derrotas.