Las termitas han llegado a la Fábrica de Artillería. Este enorme edificio -uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil que existen en Sevilla-, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), tendrá que ser sometido a un tratamiento contra esta plaga que amenaza seriamente las naves de Carlos III proyectadas entre 1778 y 1782 por  el arquitecto italiano Tomás Botani. Por tal motivo, el Ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo, ha licitado por vía de urgencia un contrato para desarrollar durante cuatro años un sistema de cebos que acabe con dichos insectos. La antigua fábrica, mientras, sigue a la espera de un uso definitivo, después de que los planes de los anteriores gobiernos locales se hayan quedado sólo en buenos propósitos.

Otro mal. Al deficiente estado que presenta uno de los inmuebles municipales de mayor extensión (20.372 metros cuadrados de superficie) y que lleva bastante años sin uso, se suma la alarmante aparición de termitas. Así lo confirma el informe realizado por el laboratorio Elabora para la Gerencia de Urbanismo, unos trabajos que comenzaron en septiembre y que han concluido con un balance muy demoledor. Las estructuras de madera de las naves de Carlos III sufren "pudrición cúbica en todas las cabezas de los tirantes que acometen en los muros" y la "preocupante" presencia de termitas en las dos naves principales, además de otros xilófagos como carcoma grande y pequeña.

El estudio indica que tras contactar con varias empresas especializadas en el tratamiento de este tipo de plagas, se ha comprobado que el ataque de carcoma no está activo. Lo contrario ocurre con las termitas, localizadas en varios puntos de las naves. Ante dicho informe, la Gerencia estima que se ha de abordar "de forma urgente" este problema. El sistema elegido para acabar en cuatro años con los xilófagos que se comen la madera es el patentado por la marca Sentri-Tech, que garantiza la eliminación total de la colonia de termitas mediante la colocación de cebos.  

En este tratamiento -según establece Urbanismo- se utilizará hexaflumurón, un producto que inhibe la síntesis de la quitina, principal componente del exoesqueleto de los insectos. De este modo, cuando la termita muda, la nueva cutícula no se forma. Sin esta piel de protección que sirve a la vez de esqueleto, el xilófago no puede vivir.

Este producto tiene una acción "relativamente" lenta, lo que deja tiempo suficiente para difundir el insecticida en el seno de la colonia. No es tóxico, por lo que no causa ningún perjuicio sobre los seres humanos (ni niños ni adultos) ni sobre los animales domésticos. Tampoco perjudica al medio ambiente, según garantiza el departamento del que Antonio Muñoz es el principal responsable.

La Gerencia establece que el sistema patentado debe ser instalado por una empresa homologada. Con tal fin, la junta de gobierno local aprobó el pasado viernes licitar por vía de urgencia un contrato por 21.495 euros para acabar con el ataque de las termitas en la Fábrica de Artillería. El plazo para la presentación de ofertas concluye el 4 de agosto. Entre las condiciones fijadas por Urbanismo se encuentran que un técnico de este departamento se encargue de vigilar los trabajos y que los cebos deben quedar instalados un mes después de la adjudicación, momento en el que se efectuará el primero de los pagos. También se indica que las estaciones Sentri Tech han de colocarse en la cubierta, paredes, marcos y en puntos específicos donde se detecte la actividad de los insectos. En el exterior se instalarán en zonas de tierra. Estas estaciones serán controladas una vez al mes durante el primer año de su puesta en funcionamiento. Las visitas con necesidad de medio de elevación se efectuarán cada dos meses. El contrato, que dura un cuatrienio, se puede prorrogar un año. A su finalización, la adjudicataria debe emitir un certificado de la eliminación completa de las termitas.