Salud

Úlceras: El Valme aplica con éxito una nueva terapia a una paciente sin opciones

  • El equipo de Medicina Interna logra curar heridas graves de mal pronóstico, que carecían de tratamientos eficaces descritos.

  • El avance se ha publicado en ‘The New England Journal of Medicine’, la ‘biblia’ de los médicos

Alba María Sillero, José Antonio Mira Escarti, Salvador Vergara López y Rocío Gómez Herreros, en el Hospital de Valme.

Alba María Sillero, José Antonio Mira Escarti, Salvador Vergara López y Rocío Gómez Herreros, en el Hospital de Valme. / Juan Carlos Vázquez

Un equipo de Medicina Interna del Hospital de Valme ha aplicado, con buenos resultados, una nueva alternativa terapéutica a una paciente afectada por úlceras muy graves en las piernas, que no respondía a los tratamientos convencionales, y que carecía de opciones terapéuticas descritas. Su pronóstico era, en principio, nefasto.

La mujer, que tiene 78 años, ingresó en el Hospital de Valme a causa de unas úlceras muy dolorosas, que la dejaron encamada y con la calidad de vida gravemente golpeada. “Recibió los tratamientos convencionales, pero la mujer no respondía. En el transcurso de dos meses su situación se agravó de manera acelerada; las úlceras se infectaron, y el pronóstico empeoró. Es una mujer que tenía una vida plena y muy activa antes del ingreso, y que se vio en unos meses postrada, sin movilidad. Fue entonces cuando comenzamos a buscar una solución para ella”, explica la doctora Rocío Gómez Herreros, especialista en Medicina Interna en el Valme.

El avance abre la puerta a estudios para eliminar la acumulación de calcio en los vasos

La gravedad del caso y la falta de tratamientos descritos en la literatura médica no frenaron al equipo dirigido por el doctor José Antonio Mira Escarti, director de la Unidad de Medicina Interna Valme- El Tomillar. Los especialistas dieron pasos que, hasta la fecha, no se habían descrito en Medicina. En esa búsqueda lograron curar las graves úlceras en las dos piernas, crónicas y de varios años de evolución.

La mujer ha recuperado, en gran medida, la movilidad; y no requiere ya de las altas dosis de morfina a la que estaba condenada para soportar el dolor. Los resultados del equipo médico se han publicado en la revista internacional de máximo impacto científico The New England Journal of Medicine, considerada como la biblia de la Medicina.

Un caso atípico

“En torno al 85% de las úlceras son venosas y suelen ser secundarias a las varices. La causa son problemas circulatorios, pero no era el caso. El único antecedente de esta paciente es la diabetes. Un caso de úlceras atípicas”, explica el doctor Salvador Vergara López, jefe de sección de Medicina Interna en el Hospital El Tomillar.

Ante la falta de respuesta a los tratamientos convencionales, los especialistas del Valme optaron por realizar un análisis más profundo para tratar de identificar la causa de las úlceras. “Se practicó una biopsia, prueba que no solemos hacer en estos casos. En los resultados comprobamos que la mujer sufría calcifilaxis, acumulación de calcio en los vasos. Nos sorprendió el diagnóstico porque este problema está vinculado a la insuficiencia renal, y esta mujer no sufre problemas en los riñones. Por ello no respondía a los tratamientos. Era un caso raro”, añade el doctor Jose Antonio Mira Escarti.

La radiografía muestra la acumulación de calcio en los vasos. La radiografía muestra la acumulación de calcio en los vasos.

La radiografía muestra la acumulación de calcio en los vasos. / Juan Carlos Vázquez

La incesante búsqueda de una alternativa para esta paciente, que carecía de opciones, llevaron a los especialistas a optar por un tratamiento que no se había aplicado antes. “Revisamos toda la literatura médica y comprobamos que no había tratamiento descrito para el problema de esta mujer”, añade la doctora Alba María Sillero. De no buscar una solución para ella, el pronóstico que afrontaba este caso era nefasto. La infección en las úlceras que presentaba la mujer conlleva una alta mortalidad, al año, por el riesgo de sepsis (infección generalizada).

Calcio en los vasos

“El calcio se acumula en los huesos y una pequeña cantidad en los tejidos. Cuando los riñones no funcionan bien, el calcio puede acumularse en los vasos sanguíneos, venas y arterias. Este problema impide que la sangre llegue correctamente a los tejidos, que terminan necrosados, y es cuando aparecen las úlceras. Pero en este caso la paciente no sufre insuficiencia renal”, asevera el doctor Mira Escarti.  

Ante la excepcionalidad del problema, los especialistas estudiaron posibles soluciones terapéuticas. Descartaron un tratamiento habitual (sulfato sódico) por los riesgos y por unos resultados que se esperaban poco prometedores. Ante las dificultades del caso, fueron más allá de lo conocido en Medicina hasta ahora.

“Optamos por utilizar un fármaco, Bosentan, que pertenece a la familia de los antagonistas del receptor de la endotelina, una proteína cuya función es cerrar los vasos. Al inhibir esta proteína, los vasos se abren y se facilita la circulación sanguínea”, asevera el doctor Salvador Vergara López.

Además, los especialistas han comprobado que este fármaco es capaz de eliminar los depósitos de calcio en los tejidos. Esto abre la puerta a la investigación de estudios clínicos más amplios para tratar la arterioesclerosis”, añade el doctor Vergara. La arterioesclerosis (obstrucción de los vasos por la acumulación de calcio, nicotina, colesterol, etcétera) es causa de infartos e ictus.

El tratamiento logra eliminar la acumulación de calcio en los vasos, un problema que hasta la fecha carece de tratamiento y que representa un alto coste sociosanitario. Otras muchas dolencias, como la cardiopatía isquémica, comparten el depósito de calcio en los tejidos.

Tras el tratamiento, la paciente ha evolucionado de manera muy favorable, según reseñan los especialistas. “Ha dejado de estar encamada y puede moverse con la ayuda de muletas. Antes necesitaba altas dosis de morfina para soportar el dolor. Aunque tiene otros problemas asociados a la edad, su calidad de vida ha mejorado mucho”, concluye la doctora Sillero.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios