Sevilla FC

Ocampos: "No hacemos ruido, pero sabemos que la posibilidad la vamos a tener"

  • El argentino siente que está cerca de hacer “algo grande” junto a sus compañeros en un final impensable con la Liga al alcance

  • Como portavoz de la plantilla, no esconde que ahora, “más sueltos”, son capaces de cualquier cosa

Entrevista a Ocampos

El potro, sin perder su brío, se va tornando más asentado en su fútbol. Pero Lucas Ariel Ocampos (11-7-1994, Quilmes, Argentina) sigue teniendo ADN de purasangre. Pasó la temporada de la explosión y queda el futbolista, con mayúsculas. Va entendiendo mejor el fútbol, el de dentro y el de fuera, y está inmerso en un sueño que tiene desvelado a todo el sevillismo... El de poder ser campeón de Liga. El futbolista que maravilló a Europa y que se convirtió en el ojito derecho de Messi en la selección gana en madurez y promete más alegrías a la afición.

–Vaya temporada...

–Una temporada otra vez atípica por el tema de que no hay público, no hay gente, no está la esencia del fútbol, pero, bueno, una temporada muy movida, una temporada muy linda para nosotros y en este momento disfrutando mucho.

–Me refería sobre todo a lo vivido en el equipo. Muchas emociones. En agosto la Europa League, pelear con el Bayern, ahora luchar por el título… cosas que cuando firmó por el Sevilla ni imaginaría.

–Sí, como te digo, fue un año muy raro en el sentido de que por momentos recuerdo que estuvimos en una situación de que perdimos tres partidos seguidos, de que estábamos un poco mal, por nosotros y en la tabla, y ahora nos encontramos en una parte del torneo definitiva en la que quedan cinco finales y estamos ahí peleando por cosas muy grandes como hicimos todo el campeonato.

–Pero también era un poco normal. Las dos rachas malas han coincidido con los dos partidos ligueros con el Barça y con duelos de Champions (Chelsea y Dortmund). Al final son rivales fuertes y se resiente el nivel de rendimiento.

–Sí, es un poco eso y además este año no se paró, tuvimos dos semanas o menos de vacaciones, muy poco para poder desconectar y ya otra vez tuvimos la Supercopa de Europa. Luego arrancamos el torneo y ya hasta el día de hoy fue todo seguido, se jugaron muchísimos partidos juntos, entre semana, no tuvimos descanso, pero, bueno, es la parte de esta profesión, de este momento raro que nos toca a todos, y nos supimos adaptar, que era lo principal. Supimos superar las adversidades. Sabíamos que íbamos a tener rachas malas y las tuvimos, pero el equipo supo responder y hoy estamos disfrutando un montón.

–Conseguir la clasificación matemática para la Champions, con cinco jornadas de antelación, con 20 puntos de diferencia…

–Eso demuestra las ambiciones que tenemos todos. El club, los jugadores, el compromiso que pusimos durante todo el año y, nada, cumplimos el objetivo que teníamos durante todo el año, lo que queríamos cuando arrancamos la Liga, clasificarnos a Champions por segundo año consecutivo, ser regulares en esta competición. Lo conseguimos y ahora queda, para mí, la parte más bonita, que es disfrutar y hacer todo con más soltura.

–¿Por qué dijo Lopetegui eso de que "ahora sí estamos embarazados"? ¿Algún código interno?

–(Risas). No, el míster dice muchos dichos. No sé como se dice acá en España… refranes. Y siempre lo decía. “Estamos embarazados, estamos medio embarazados”, y bueno, ya dijo “estamos embarazados” seguramente. Quiso decir que ya estamos ahí en la recta final y que tenemos muchas ganas de ilusionarnos.

El argentino, con un balón en el estadio Jesús Navas. El argentino, con un balón en el estadio Jesús Navas.

El argentino, con un balón en el estadio Jesús Navas. / SFC

–Es un reto histórico, el Sevilla hace 75 años que ganó su único título. El Madrid tiene partido de Champions, Atlético y Barça se van a enfrentar, vosotros tenéis que ir a Madrid… Todos dicen que el que menos presión tiene es el Sevilla, el que tiene menos que perder…

–Personalmente, y creo que hablo por todos porque estoy dentro del vestuario y sé lo que piensan mis compañeros, nosotros vamos a ir día a día, como venimos haciendo desde hace varios meses. Venimos trabajando callados y hoy nos encontramos ahí con una posibilidad de estar peleando hasta el día de hoy, faltan cinco fechas y sabemos que cada partido va a ser complicado. Cada partido nos va a dar puntos, nos va a poner ahí arriba o no. O se termina el sueño. Te digo que estamos todos pensando en el partido del Bilbao, que va a ser un partido durísimo. Jugamos contra ellos y sabemos qué clase de equipo son. Sabemos que le ganaron al Atlético hace unos días. Pero, como te digo, la ilusión nuestra y nuestra parte está. No nos ponemos a decir: bueno, vamos a salir campeón. Nosotros vamos a pelear, vamos día a día, vamos a hacer lo que hicimos hasta el día de hoy. Callados, sin hacer mucho ruido y con muchas ganas. La posibilidad seguramente la tendremos, pero decirte que vamos a salir campeón es complicado porque es verdad que tenemos equipos muy grandes arriba. Hay equipos que están muy fuertes, el Barcelona está muy bien, el Atlético lleva todo el año siendo primero, el Madrid es el Madrid… pero lo vamos a pelear, lo vamos a intentar con mucha ilusión y muchas ganas. No nos vamos a creer ni menos ni más que los demás, pero la ilusión y las ganas están.

–¿Temen ese factor externo que siempre está cuando se habla de los grandes? ¿El aparato mediático, la presión a los árbitros… ¿El Sevilla puede pelear con eso?

–No, no. Si nos ponemos a pensar eso… Eso es algo que no lo podemos manejar nosotros. Lo que podemos manejar es lo que podemos hacer dentro del campo, que es jugar, hacerlo como lo hemos hecho hasta el día de hoy y, sobre todo, creer. Siempre digo que este equipo tiene mucha fe en sí mismo, creemos mucho en nosotros y vamos a ir paso a paso. Paso a paso ilusionándonos en cada minuto, en cada partido, y seguramente la gente estará tan ilusionada como nosotros de poder hacer cosas grandes.

Un Ocampos distinto

–Personalmente la temporada sí ha sido un poco rara para Ocampos. Lesiones, parones… El año pasado era el líder, en este le toca otro rol.

–Sí. Fue un año con muchos altos y bajos, con muchos partidos en las piernas también que, aunque no lo crea,n para un jugador tan físico como soy yo, acostumbrado a jugar 60 ó 70 partidos por temporada, lo sufrí en su momento. Pero, bueno, ahora me encuentro muy bien, el tobillo está perfecto y entreno todos los días a full para no perderme este tramo final de temporada que va a ser el tramo más importante sin duda.

–No le gustará mucho, imagino, que le recuerden el penalti de Barcelona. Sería un gustazo sacarse la espina el día del Madrid.

–Si te digo la verdad, no. Ya lo dejé atrás. Si te digo que no me dolió te miento porque los días siguientes al partido de Barcelona estuve no tocado pero sí con bronca, con algo que me decía que había fallado y no me había pasado jamás desde que llegué al Sevilla. Pero lo superé y ya lo dejé atrás. Pienso que ahora lo que queda es ganar y no me importa quién haga los goles, quién sea la figura del equipo ni del partido. Lo que me interesa es que podamos cumplir el objetivo como grupo. Yo sé la clase de jugador que soy, lo que puedo llegar a dar, no necesito demostrar nada a nadie y me gusta que sea así.

–Quizá esta temporada ha explotado menos su potencia porque ha jugado muchos partidos prácticamente de delantero, sobre todo en casa. En ataque estático las alas abren al equipo y a usted le toca esperar como delantero junto a Luuk (De Jong) o Youssef (En-Nesyri).

–Puede ser, sí, cómo no. También jugué muchos partidos por la izqueirda, es verdad que por muchos momentos en la derecha me siento más cómodo, pero, bueno, ya va para un año que estoy jugando en esa posición y me voy acostumbrando. Pero como te digo, fue un año peculiar, aunque si lo tengo que poner en la balanza lo pongo en el lado positivo, porque creo que sigo mejorando en un montón de cosas. Es verdad que encontré menos el arco este año, pero creo que aporté un montón de cosas al equipo que el año pasado no lo hacía. Y nada, lo que me queda es seguir mejorando y esperar a qué es lo que nos deparan estas cinco fechas.

–Quizá el año pasado fue el factor sorpresa un poco, no lo conocían del todo por aquí.

–Sí, también es verdad que entraban todas las pelotas que ahora dan en el palo. Pero son años, son momentos, son rachas y lo tomo de esa manera. Es verdad que hay momentos de que me da muchísima rabia porque después de haber hecho tantos goles y en algún momento pasan cinco o seis partidos y no hago un gol y como que me desespero. Tengo ganas de hacer más goles, pero eso lo voy a ir manejando y seguramente que la experiencia me va a ir ayudando.

–Sí, al menos lo han dejado este año más tranquilo con los rumores del interés de otros equipos…

–Sí. Es parte del fútbol. Cuando uno está en un momento en que hace goles y todo es muy vistoso, siempre se habla de clubes y de cosas, pero yo siempre soy de la misma manera. Tanto cuando se habla como cuando no se habla, yo no escucho. Sé cómo es el ambiente del fútbol, no voy a mentir, pero yo vivo tranquilo. Ni cuando se habla bien ni cuando se habla mal, o cuando dicen que me voy a un club gigante o que no puedo jugar ni en el Sevilla… Sé que es parte del juego, hay que jugarlo y hay que saber convivir con eso.

–Los argentinos en el Sevilla cotizan al alza. Acuña ya se asentó y el Papu, tras un periodo de aclimatación, está dejando su sello.

–Sí, el Huevo está consolidado en el equipo, está tranquilo, hace su… ya sabemos cómo es él, como es su juego… El Papu es verdad que venir a una Liga no es fácil y cambiar el estilo cuesta un poco. Él estaba acostumbrado a su equipo, viene a una Liga nueva, pero ya creo que se le ve mucho más suelto, mucho más creativo y eso lo disfrutamos nosotros. Sobre todo yo, que me dio el pase el otro día para que hiciera el gol, así que contento.

–Para ir acabando, todos esperamos que vuelva la normalidad, que la afición vuelva a los estadios y que se pueda disfrutar. Hay compañeros tuyos que todavía no conocen a la afición del Sevilla.

–Ojalá. El otro día lo hablaba con mi esposa, que ojalá pueda volver en los últimos partidos algo, algo de gente. No con toda, pero con algo de público. Yo, personalmente, lo extraño un montón porque el fútbol para mí sin gente es raro. Uno cuando es chico sueña con jugar con el estadio lleno. Es obvio que no se puede por el tema de la pandemia y que hay que cuidarse, es entendible, pero también se extraña un montón, pero espero que poco a poco volvamos un poco a la normalidad que teníamos antes.

–El sueño total sería en el último partido ante el Alavés, con parte de la afición y celebrar el título.

–Es el sueño de cualquiera y no cerramos la puerta a nada. Nosotros trabajamos y si se da eso seguramente será un sueño para cualquiera.

–¿Alguna apuesta tipo que tenga que ver con la peluquería?

–No, no… todavía nada. Cuando estemos más cerca hablamos de esas cosas.

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